sábado, 2 de octubre de 2010

Rosario; La Galeona nuestra patrona

Ntra, Señora del Rosario-Convento de Santo Domingo


La historia de esta tradición. Ya desde el 1571, cuando en la batalla de Lepanto se invocó a Nuestra Señora bajo el título de Auxilio de los Cristianos, según reza en las letanías lauretanas, tuvo tal influencia en toda la cristiandad esa hermosa advocación, que no podría faltar en Cádiz el fervor a Nuestra Señora y la propagación de su santo rosario, siendo inveterada costumbre en las casas de patricios y plebeyos el rezo de esa corona mística que tantos beneficios espirituales y materiales parece lograr para sus devotos.


Desde que en un tiempo anterior al saqueo de Cádiz por los ingleses, en 1596, existiese en nuestras calle de los Herreros una ermita regida por los morenos y dedicada a la Virgen del Rosario, hasta su culto en el convento de Santo Domingo, citando aquel prodigioso caso del maremoto de 1755, a tanto se llegó la protección de Maria a nuestra ciudad, que desde muy remota época se tiene como patrona a la Virgen del Rosario.


La veneración por la Virgen del Rosario en Cádiz arranca, quizá, desde los tiempos medievales, se puede conjeturar sobre la citada devoción tomando por base un doble motivo: de un lado, el fervor mariano de las tierras del Sur, patente en las lucubraciones literarias del medievo; y del otro, la conciencia de que una veneración tan espacialísima en el siglo XVI había de tener forzosamente raíces de mayor antigüedad, y más si se tiene en cuenta el dinamismo de los hijos de Santo Domingo de Guzmán, el señor de Caleruela que vendió sus códices antiguos en beneficio de los pobres, y que creó la Orden de Predicadores para cundir por el mundo el ardor evangélico.


A fines del siglo XVI constituía ya una realidad la Cofradía del Rosario, la más remota en nuestra ciudad, radicada en el Hospital de la Misericordia y fundada por individuos de raza negra (importante población esclava de color, cuyos miembros llegaron a representar, por su número, un elemento típico del Cádiz del siglo XVII, todavía recordado en el actual Callejón de los Negros del barrio de Santa María).


El mandato de los mismo fue por poco tiempo, ya que con el establecimiento definitivo de los dominicos en Cádiz, entusiasta acérrimos del Rosario, absorbieron éstos la Cofradía de los Morenos, erigiéndose en sus directores, pese a todas las protestas.


Los dominicos vinieron a Cádiz a principio del siglo XVII, con miras a la evangelización de las tierras del Nuevo Mundo, y fundaron un hospicio con el fin de que sirviera de alojamiento a los frailes que hacían las rutas de América y las africanas. Después se afincaron en la ciudad, levantado el convento de la Orden tras múltiples peripecias, tanto por trabas eclesiásticas como militares, ya que estaban muy próximas las murallas con sus baluartes, y casi a la vera el de los Negros.


Precisamente, el convento de Santo Domingo se construye en un sitio idóneo por lo significativo: en el solar donde los piratas de 1596 arrojaron la imagen de la Virgen del Rosario después de arrástrala por las calles de la ciudad; una especie de barranco que servía de basurero y en el que según las crónicas se atentaba contra la moralidad.


En 1667 el nuevo templo enorgullecía a Cádiz y más teniendo como joya preciada a la Virgen del Rosario.


Mármoles italianos y maderas preciosas de las Indias le daban la máxima prestancia. Los frailes contaron con el apoyo de muchas personas de relieve en nuestra ciudad. En el alma del pueblo la ofensa del invasor había dejado una huella imborrable. Por todos los medios se trataba de desagraviar a la que se consideraba ya como nuestra patrona.


Eran patente este amor de los gaditanos a la Virgen del Rosario y la protección que ésta dispensaba a la población.


Esta protección se reconoce en la trágica epidemia de peste de 1644, que produjo varios millares de muertos, en 1730 la fiebre amarilla y en 1854 el cólera, pero sobre todo, se dejó sentir cuando el terrorífico maremoto de Noviembre de 1755.



La Galeona

Esta advocación de la Santísima Virgen, venerada desde siempre en el convento de Santo Domingo, fue durante largo tiempo Patrona de la flota de los galeones españoles que unían anualmente esta ciudad de Cádiz con las tierras americanas, de ahí su sobrenombre.


Tradicionalmente la virgen era entregada por el prior del convento al almirante de la flota y éste la conducía solemnemente a la nao capitana, obligándose a devolverla una vez finalizado el viaje.

Esta imagen fue quemada en el año 1931 salvándose providencialmente la cabeza de la Virgen y el Niño Jesús. Fue reconstruida en el año 1945 por el escultor gaditano D. Juan Luís Vasallo, conserva en su interior, en forma de tizón, el cuerpo quemado por lo que es una imagen de la Virgen María singular por su historia y su significado entre los hombre de la mar.


Las muestras de protección colectiva de la Virgen del rosario se acrecientan en el terreno particular. Surge la consideración emotiva y de gran belleza de la Virgen marinera, Estrella de los Mares, la Virgen del Rosario que llevaban los galeones en una hornacina en la cámara de popa como demostración del fervor de los tripulantes.


Todavía hoy es embarcada, en algunas ocasiones especiales, la Galeona como así la llaman la Marina española en el Buque Escuela Español Juan Sebastián de Elcano.


La procesión desde Santo Domingo a la nave Almirante constituía un acontecimiento en nuestra ciudad.


Tanta protección y, por ende, tanta devoción, culminó por escrito pontificio de Pio IX fecha en 27 de Junio de 1867 se le reconoce oficialmente como Patrona de Cádiz. Así se cumple los deseos del pueblo gaditano.


El paisano, el padre Félix, que llegó a ceder a la Virgen la Cruz pectoral de piedra preciosas que le regalara el príncipe de Asturias el día de su consagración episcopal.

El domingo 4 de mayo de 1947 se produce la Coronación de la Virgen. Es la primera Virgen del Rosario que se corona en España, por reunir todos los requisitos: antigüedad, ser muy venerada y muy milagrosa.


La Coronación, constituyó una fiesta religiosa y popular de la mayor magnificencia. Después del solemne Pontificado celebrado en la Catedral, las Patronas de los pueblos de la provincia en procesión con la Virgen del Rosario, se trasladaron a la plaza de San Antonio. Rezos y cánticos, destacando el sentido himno de bellas estrofas que compuso José María Peman, amenando el camino.


La Virgen del Rosario está radiante con su corona de oro y piedras preciosas costeada por suscripción popular.


Estrellas de los Mares, patrona de Cádiz y de las viejas flotas de Galeones, Almirante de la Mar Océano, Alcaldesa de nuestra ciudad.

Su onomástica es el 7 de Octubre, es patrona de Cádiz, al igual que en algunos pueblos de la provincia


1 comentario:

  1. En el histórico puerto de San Blas, Nayarit en México (Costa del Pacífico) existe una réplica de Nuestra Señora del Rosario La Galeona. Acá la llamamos cariñosamente La Marinera. Es la primera imagen que llega alrededor de 1780, se erige su templo sobre un cerro viendo al mar. En un incendio la imagen se pierde y en el año 2000 el periodista Miguel de la Bodega y Cuadra, en su ruta Quetzal, regala a la comunidad la actual réplica (talla en madera por Rodrigo Espada Belmonte)y en 2007 envía la réplica de la corona realizada en Madrid. El ornamento del Niño Jesús fue confeccionado en Cádiz por la Sra. Ma. del Rosario Cano Fernández. Y en este año 2010, año histórico en México, se le ha celebrado con una gran fiesta (transmisión en vivo por María Visión). A todos los que de alguna manera han hecho posible que esta hermosa imagen de Nuestra Madre regresara a San Blas: ¡Muchas gracias! Ella nos está protegiendo, llevando de su mano y nos está haciendo volver nuestra mirada hacia Ella y a su Hijo. Gracias a todos los gaditanos por su gran devoción que contagia. En su canto dice: Marinera, Galeona Marinera, Cádiz te venera,llegaste misionera a este puerto de San Blas. Y en otra parte: Con tu belleza Madre Hermosa, uniste a dos mundos, no habrá razas ni distancias que nos puedan separar.
    Había una fragata con su nombre, que luego se identificó como la Princesa y siempre llevaban una escultura de María en esta advocación. Esta fragata llegó hasta la Alta California, Alaska y Manila en Filipinas (ahí se le conoce como La Naval).

    ResponderEliminar