jueves, 30 de julio de 2009

Bajo el suelo de Cádiz


El subsuelo de Gades - Cuevas de Mariamoco


Un estudio técnico demostró la existencia de hasta seis kilómetros de subterráneos de supuesto origen romano bajo la ciudad.


Si entras por la Plaza de Mina puede cruzar por debajo del suelo toda la ciudad. Los avances tecnológicos y el empleo del GEO-Radar han puesto en pie de una manera científica una de las creencias más misteriosas del imaginario gaditano.


Al margen de los dragaminas y túneles de las fortificaciones de las Puertas de Tierra, conocidas como Cuevas de Mariamocos, entre 5 y 6 Km. de pasadizos de supuesto origen romano y de entre 1,8 y 3,5m. de altura se extienden desde Puerta de Tierra hasta la Alameda, como hipotética conexión entre las zonas nobles del núcleo de Gades.


La empresa Monumentos a la vista y su gerente, Germán Gabarino están dedicándose a investigar los secretos de los túneles gaditanos y respaldan esta tesis.


Se esta disponiendo de tramos y a la creación del Centro histórico para visitantes de una importancia comparable a la de las catacumbas de Roma.


De estos pasadizos, existen miles de leyendas e historias, de huidos en casos de asedios, niños perdidos, contrabandos, batallas dieciochescas, refugios de ladrones y escondite durante la Guerra civil Española y hasta de moros jugando a las cartas.


Una vez contrastadas las pistas reales, se configuró una hipótesis nueva: bajo el suelo de Cádiz existe una red de subterráneos situada dentro del recinto amurallado y distintas minas y contraminas de los Glacis de las Puertas de Tierra.


Los investigadores siguieron testimonios que los llevaron hasta la iglesia de Santiago, en cuya cripta se encuentra una gran puerta cegada por mortero, ladrillos y piedras ostioneras. ¿Se dirigiría a una habitación clausurada, o una entrada hacia los subterráneos investigados?.


En 2004, Garbarino recibe un plano confeccionado en 1837 por serafín Manzano aparejador del conocido ingeniero y arquitecto Torcuato Caño, en el que se retrataba una red de túneles con información detallada de situaciones, estado y tamaño por tramos.


El itinerario sugerido y por fin comprobado, discurre desde Puertas de Tierra hacia el Castillo de la Villa en el entorno actual del Arco de los Blancos. En este lugar se desprende un ramal hacia el puerto anegado según el mapa y otro discurre hacia la iglesia de Santiago y el Convento de San Francisco, terminado en la Caletilla de Rota, pudiera corresponder con los alrededores de la Plaza de Argüelles.


Decidieron los investigadores realizar una prospección tecnológica y contratar los servicios de Geytex, una empresa especializada en estudiar subterráneos, descubridores de los túneles del Baluarte de los Mártires de Ceuta. Para ello utilizaron un GEO-Radar, equipo que mediante emisión de ondas hacia el subsuelo detecta, por cambio de densidades, la presencia de diferentes estructuras.


Otra técnica utilizada fue la gravimetría, que al parecer detecta espacios huecos en el subsuelo. Las pruebas se realizaron en la Plaza de la Catedral, Plaza de San Francisco, Candelaria y la calle San Juan con resultado positivos.


Los resultados coinciden con los planos de Serafín Manzano. Según Garbarino, que ha visitado restos de algunas entradas reutilizadas en sótanos, el Ayuntamiento y la delegación Provincial de Cultura reconocieron el descubrimiento y concedieron los derechos a los investigadores.


Investigaciones venideras consistía en realizar una microperforación en la plaza de la catedral que traspase la bóveda del túnel por la que se introduciría una cámara infrarrojos, para desvelar las entrañas del criptopórtico, una vez se expidan los permisos necesarios.


El subsuelo de Gades, una vez hallados los túneles, quedaba saber quién los había construido, según Garbarino, la red o al menos una parte posteriormente ampliada, corresponde a la unión de los principales edificios del Gades Romano.


Los subterráneos conectarían las zonas nobles de la neápolis ideada por Balbo el Menor.

El recorrido, utilizado según su teoría, para que los nobles evitaran transitar las peligrosas calles de la época, arrancaba en las cercanías del anfiteatro romano, bajo las actuales Puertas de Tierra.


De ahí túneles transitaban con pequeñas desviaciones de 300 bajo la zona de templos (Campo del Sur) hasta los bajos del teatro romano, el Castillo de la Villa, y de ahí hasta las supuestas zonas de edificios nobles, a los pies de la iglesia de Santiago, entorno al que pertenece la construcción de la Casa del Obispo.


No se sabe aún a quien corresponde la factura del resto de los pasadizo, ya que seguramente la red fue ampliado.


La intención de Gabarino, gerente de la empresa que gestiona la puesta en valor y explotación turística de la Casa del Obispo, es abrir al público uno de los tramos de los subterráneos, concretamente los 500m. que van desde el Castillo de la Villa hasta la iglesia de Santiago, una entrada se abriría en el Arco de los Blancos y otra en la Plaza de la Catedral.


En un principio, según el plano y las prospecciones tecnológicas, el tramo se encuentra en un buen estado. Dos cuestiones respalda esta hipótesis, la primera es que desde el siglo XVIII no se construye en la zona, un hecho que descarta el bloqueo del criptopórtico por los cimientos de viviendas posteriores al plano de Manzano, por otra parte si se hubiese derrumbado el techo del túnel se hubiese sabido dado las dimensiones de los pasadizos se hubiera originado un gran socavón.


Esta iniciativa se puede convertir en un atractivo turístico, Garbarino esperaba que si todo marchaba bien, los primeros visitantes podrían haber accedido al subsuelo en el verano de 2007.


Este articulo, fue publicado por Francisco Apaolaza el 13 de marzo del 2006, en un periódico local.

Al día de hoy el proyecto de ser visitado todavía no se ha llevado acabo, esperemos que pronto podamos ver las entraña de la ciudad.


Esto son recorte de presa, sobre artículos referente a los pasadizos y cuevas de hace algunos años.




lunes, 20 de julio de 2009

Esta más perdió que el barco del arroz

El vapor Alcatraz a causa de una vía de agua, al parecer se hundió con un cargamento de 200 toneladas de arroz, en los últimos días de diciembre de 1957. En la mañana del 15 de febrero del año próximo, comenzaron los trabajos en la dársena de nuestro puerto, muy cerca del muelle “Generalísimo Franco” hoy Muelle Ciudad para poner a flote.
La carga fue extraída días pasados, en la mañana del 15, con una potente grúa y con el auxilio de los buzos, el barco fue embragado y sacado a flote, tres bombas procedieron a achicar el agua que contenía todos los departamentos del Alcatraz, sobre las cinco de la tarde solamente quedo una de las bombas, ya que la nave flotaba por si sola, minuto ante de las cinco y media el barco fue desembragado y llevado a remolque del Ángela Gómez hacia la playa de puntales, en la que quedó varado, y en la que se procedió al examen de su casco para determinar la avería que provocó su hundimiento, y después entraría en varadero para reparar.

Las citadas operaciones de puesta a flote fueron presenciadas por gran cantidad de público. Esta es la noticia que público la prensa de la época.

En la prensa del momento el titular decía; “No se ha perdido el barco del arroz porque ha sido reflotado”. Después de recuperarse el cargamento, ha sido puesto de nuevo a flote el vapor “Alcatraz”. Esta versión salia publicada en la presa de la época, en febrero de 1958.

Sobre dicho barco existen muchas versiones:
Antonio Grande sitúa la historia en la época del racionamiento, pero se hundió y nunca más se supo de su cargamento. Era una época de censura en los medios, así que cundió el rumor de que no hubo tal barco y tal arroz.

Luis Palomino precisa que el barco se llamaba Alcatraz, chocó al entrar en la bahía de Cádiz y se hundió, no se recupero la carga, pues el arroz se hincha con el agua, realmente se perdió el arroz, el barco no. Perdido aquí es irrecuperable, también en el sentido moral.

José Benavente retiene una versión ligeramente distinta. El barco del arroz era de vela y zarpo de Sevilla para llegar a Cádiz, como el tiempo era bueno, dejaron abierta las escotillas de la bodega, de golpe el viento roló en contra, cayó una tormenta de verano, la bodega recibió una gran cantidad de agua, el arroz comenzó a hincharse, lo que hizo que el barco terminara por hundirse.

Ignacio Frías da otros datos, el famoso barco del arroz era uno de esos que venían de la Argentina de Perón, cargado con carne y arroz, estando ya cerca de la costa del Puerto de Santa María, el barco se hundió, el suceso pasó a las chirigotas de los carnavales de ese año, tiene otra versión, se trataba de un barco chino cargado de arroz que hundió en la barra del río Guadalquivir, al choca con el bajo del Picacho, frente a Sanlúcar. Y así unas cuantas versiones más.

Pero como aquí tenemos la guasita-gaditana rebuja con mucho arte, pronto le buscamos su eslogan correspondiente, uno de tantos ejemplos que usamos la frase es cuando llevamos tiempo sin ve a alguien y lo volvemos a ver le decimos “Esta más perdió que el barco del arroz”, o cuando algo no se puede alcanzar o recuperar…


No me puedo explicar, que este suceso tenga tantas versiones siendo noticia publicada en la prensa local de la época, y muchos ciudadanos lo pudieron ver con sus propios ojos, verificando que el suceso paso de verdad, y que dicho barco existió.

sábado, 11 de julio de 2009

La Caleta, ¿puerto fenicio?

El comercio marítimo es considerado el eje sobre el que gira el nacimiento y desarrollo de la ciudad de Cádiz.


Su puerto la sitúa en el centro de una vasta red de comunicación que alcanza el Atlántico con el Mediterráneo.


Por ello los restos de barco y estructura portuarias son los que más luz pueden arrojar sobre su origen.


A sus antecedentes históricos como ciudad donde las haya, se añade el testimonio de la riqueza arqueológica de sus fondos gracias a noticias de buceadores locales y numerosos hallazgos casuales.

Su investigación arqueológica se inició el año 1973 con el patrocinio del Ministerio de Educación y Ciencia con objeto de realizar la Carta Arqueológica Submarina de la costa.


Se delimitaron las zonas más interesantes: La Caleta, al pie mismo de la ciudad y Sancti-Petri, unos 18 Km. al sur.

Fueron localizados yacimientos de muy diferentes cronología, desde época fenicia al siglo XIX.


En 1983, ante la degradación que sufría La Caleta, el Ministerio de Cultura estimó la conveniencia de realizar una excavación de urgencia en El Aculadero, después de dos campaña en 1985, las investigaciones fueron forzosamente interrumpidas.


La situación de Cádiz es ciertamente peculiar. No es el lugar más apropiado para un asentamiento buscado desde tierra, sin embargo es un lugar privilegiado para el que viene de la mar.

Posee todas las características reconocidas a un asentamiento fenicio, en islas cercanas a la costa, promontorios de doble atraque y terrenos lagunares, aunque ésta no debe considerarse privativas de los fenicios.


El motivo del espectacular desarrollo de Cádiz se debe a su posición estratégica en el eje del Estrecho, como se destaca unánimemente.

Pero son la gran extensión de la isla y su situación privilegiada, dominando las dos bocas de la gran bahía, las que dan ese carácter tan peculiar y sin paralelos.


La bahía comunica con la región interior por una compleja red de caños, que permiten la navegación entre verdaderas islas y tierra adentro conectando con ríos y jugando un papel clave en la prosperidad que alcanzó en época fenicia y que llegó a ser digna de admiración en época romana.


Junto a Cádiz y San Fernando, aún hoy separada por marismas, conforman el paisaje otras pequeñas islas, como la Isleta Verde o Isla Verde, entre innumerables caños, que justifican el plural de Gadeira con que son denominadas por los autores clásicos.


A través de los caños, salpicados de embarcaderos de madera y piedra, con barcos de poco calado se puede navegar de una manera enormemente ventajosa aprovechando la corriente de marea en uno u otro sentido.


La Caleta, en el extremo noroccidental de la isla, ha sido el único puerto antiguo reconocido tradicionalmente. Solo la hipótesis del Canal Bahía Caleta lo lleva a la zona central del supuesto canal, trasladándolo para época romana a ambos lados del mismo.


Sin embargo, después de veinte años de propuesta no se han obtenido resto arqueológicos de fondo de puerto, ni geológicos contrastados, que demuestren su existencia ni en época fenicia ni mucho menos en época romana.


Por el momento los restos aparecidos en el subsuelo entorno al hipotético canal responden a industrias de salazón y necrópolis principalmente.

La forma de la caleta estrecha, alrededor de doscientos metros, con arrecifes asombrosamente verticales, rectilíneos y paralelos entre sí, entre la Punta del nao y la de San Sebastián al sur, ha dado pie a varías interpretaciones sobre su origen natural.


Aunque no es muy profunda (9-5), ofrece el único abrigo con calado alrededor de la ciudad, al quedar al socaire del Levante, uno de los vientos dominantes de la región.

Al contrario que en tierra, en agua de la caleta se ha realizado numerosos hallazgos indeterminados propios del comercio marítimo y las investigaciones arqueológicas han realizado la existencia de gran número de restos que ponen en manifiesto una creciente actividad portuaria desde una fecha muy temprana.


La procedencia exacta de los materiales más espectaculares se desconoce, siendo en ocasiones dudosas las referencias ofrecidas, como es el caso del capitel fenicio.

Los restos más frecuentes están representados por ánforas, tapaderas, cerámicas comunes, platas, ollas y jarros, pebeteros de doble plato, lucernas y terracotas de diversas adscripción cultural, también han aparecido numerosas anclas, potalas, cepos y arganeos de plomo, aislados, que son muy frecuente en los bajos de San Sebastián, teniéndose algunas vagas referencias sobre potalas en torno a la olla.


Otro de estos fondeadores se localiza en el Bajo de La Cabezuela, de donde se extrajeron diversas potalas arcaicas que inexplicablemente fueron sepultados bajo el nuevo dique.

Según noticias, en La Punta del Sur se localizan resto que probablemente responda a barcos hundidos, uno de ellos posiblemente un cargamento de galena, del que solamente se facilitó una muestra, a ánforas del sigloVIII-VII a.C. y variedades de Maña


En torno a bahía existen numerosas piedras y bajos peligrosos para la navegación, alguno de los de los cuales solamente se cubre con pleamar viva, como el caso de las Puercas, estos bajos obligan a utilizar tres cauces de entrada en la bahía

El paso más estrecho es la canal del Sur o Canal Viejo, entre Cochinos, Las Puercas y La Freiderala Soledad y de la Candelaria en la costa, al norte y las Puntas de San Sebastián, del Nao.


De esta amplia zona procede el vaso trípode de influencia egipcia, datado en los siglos VIII-VII a.C. y numerosos materiales, ánforas, desde tipos fenicios a romanos…

El carácter ritual de algunos de los materiales llevó a interpretar el lugar como derrumbes de un templo o depósito de ofrendas.


En tanto la arqueología no demuestre otra cosa, los restos reflejan el constante y peligroso paso de los barcos confirmando la tradición de que el canal Vieja fuera el canal de entrada a la bahía más antiguo.


En el interior de la caleta se encuentra El Aculadero, cuyo topónimo no aparece en las cartas náuticas, y otros dos pecios en la orilla sur de la Punta del Nao. Los restos arqueológicos apreciable sobre el fango del fondo se concentraban en un área de unos 60x40m, EW-NS, paralela al arrecife, a una profundidad de entre 7 y 10m. según la marea.


La superficie presentaba suaves elevaciones, ascendiendo de nivel hasta encontrarse con las rocas del pie del arrecife de la Punta, que delimita por el norte y el yacimiento.

La excavación pretendía adscribir culturalmente el yacimiento y determinar su entidad por medio de una estratigrafía.


Se constato la existencia de una capa superficial de 15cm con cerámicas, ánforas púnica, romana…y bajo un fango más espeso de otros 15cm materiales de diversas cronologías , cerámicas finas y materiales de construcción, debido a la acción del oleaje cuya dinámica remueve el fondo apareciendo mezcladas cerámicas de varios siglo de diferencias, las cerámicas más comunes fenicias, púnicas y romanas fueron las más numerosas, predominado los tipos dedicados al transportes y embalajes, también se documentaron 26 fragmentos muy pequeños de huesos de animales.


Uno de los datos más significativos lo representa la presencia de materiales de construcción de época romana, como fragmento de Tégulas, de estuco, de mortero, mármol rojo, teselas y ladrillos.

La cronología de los materiales establece la utilización de El Aculadero al menos desde el siglo VII a.C. hasta el XVII, con una mayor proporción en torno al siglo I d.C.


Lo que se deriva una actividad comercial, por lo que respecta a las ánforas y los restos óseos y piezas dentales de animales que puede representar el despojos alimenticio arrojado por la borda, la permanencia de los barcos atracados en el arrecife.

La fragmentación y rodamiento de diversidad cultural y cronológica, así como la tipología de los materiales, se puede decir que se trata de un depósito típico de fondo de puerto sin haberse detectado resto de barcos.


Aquí se plantea el interrogante de cómo se realizaría la carga y descarga de mercancías y la posibilidad de utilización del arrecife de La Punta de Nao como muelle.

Cabe suponer que los materiales hallados en el fondo proceden de edificios arruinados construidos sobre el arrecife, es decir, instalaciones propias de un puerto y que la Punta del Nao fuera un verdadero muelle.


El estado actual del arrecife es el resultado de un proceso de fuete erosión y de la intervención humana.

Su superficie ha sido tallada para adaptarla a las necesidades defensivas de los fuertes construidos a partir del siglo XVII, entre ellos fosas y agujeros para estacas que impedía que los barcos se acercaran.


Posee cuevas naturales y estructuras como son las casetillas, torres de vigilancias del último corral de pesca, lingote y un pequeño aljibe de 4,9m de longitud, 0,41m de anchura y 0,91 de altura.

Una de las actividades que se transformado más profundamente el arrecife ha sido la cantería, la intensa explotación de la piedra está documentado históricamente en época moderna, pero se remonta indefinidamente en el tiempo.


El análisis de las piedras manifiestan una diversidad de técnicas de tallado y extracción a través de las cuales se puede llegar a establecer una cronología y adscripción cultural.

Se conserva también entalles de sección circular, a modo de tambores de columnas, totalmente sumergidas incluso con marea baja de gran coeficiente.


El resultado de la extracción de estos grandes bloques el arrecife presenta en algunos puntos una superficie allanada apropiada para muelle conservando la parte externa sin tocar a modo de muro natural, testigo de la cota original de arrecife.

La llamada Piedra Rota, gran bloque extraído del arrecife, puede haber sido una antigua muralla contra el viento.


El propio Lago, cuya bocana de 10m de anchura se encuentra junto a El Aculadero, muestra evidente de haber sido tallado en la roca con la misma técnica, pudiendo cumplir las funciones de dársena o puerto interior para el abrigo y reparación de embarcaciones, el hallazgo de ánfora fenicias en su fondo a poyan esta hipótesis.


A pesar de que las estructuras más antiguas se encuentra desfiguradas y arrasadas por la erosión y la explotación posterior de las canteras, puede afirmarse que La Punta del Nao se caracteriza por las modificaciones humanas en el entorno natural al modo fenicio, capaz de transformar un abrigo natural en un verdadero puerto, con dársenas, aljibes y estanques, muelles y murallas protectora contra el viento como en Tiro, Sidón y Arados.


Los restos de La Punta del Nao permanecen cubierta de agua gran parte del tiempo, actualmente el paisaje gaditano se caracteriza por los efectos de una fuerte erosión y colmatación, factores que han sido siempre tenido en cuenta a la hora de su reconstrucción paleotopográfica.


A partir de los años 70 se han ido incrementado los trabajos a partir de datos geológicos, arqueológicos y análisis de radio carbono que toman muy en cuenta los cambios del nivel del mar y los movimientos orogénicos obteniéndose una particular visión de la línea costera del mediterráneo, y un nuevo mapa del sur peninsular.


El somero análisis de La Caleta, con resto de canteras antiguas sumergidas, de construcción en el fondo de El Aculadero y de posibles edificaciones de época romana sobre el arrecife, viene a apoyar la tesis de Menanteau, que estima, a partir de datos arqueológico y geológicos, un ascenso de 1,5m del nivel del mar desde el siglo I a.C. para la costa de Cádiz, (esta teoría hoy en día parece descartada).


Los restos arqueológicos, constituidos por hallazgo casuales, anclas, restos de naufragios, juntos a los que aportó la excavación de El Aculadero y las instalaciones portuarias del arrecife, pone de manifiesto que La Caleta fue, conforme a la tradición, uno de los puertos antiguos de Cádiz: el refugio de los vientos de Levante, la existencia de otro puerto en Sancti-Petri y numerosos puntos de fondeo, entre los que destaca el Bajo de la cabezuela, y los posibles embarcaderos de los caños, formando un conjunto unitario entre las islas y la bahía.


Así mismo, apoyan las hipótesis que datan la fundación de la ciudad coincidiendo con lo que nos trasmiten las fuentes hacia el año 1000 a.C.… y que sitúa la ciudad en la Punta de San Sebastián, junto a su puerto.


lunes, 6 de julio de 2009

Dos Lunas en el Cielo

Apuntadlo en la Agenda, en el calendario, en la pata la cama o donde sea. Dos Lunas en el Cielo


El 27 de Agosto, a medianoche y 30 minutos, mirar al cielo.



El planeta Marte será el astro más brillante en el cielo y será tan grande como la luna llena.


Marte estará en ese momento "sólo" a 55,75 millones de kilómetros de la Tierra.


No os lo perdáis. Será como si la tierra tuviese dos lunas.


La próxima vez que este acontecimiento se produzca será en el año 2.287


Compartir esta información. Nadie que esté vivo podrá volverlo a ver.


(Noticia recibida por correo electonico)


La última frase estilo «promoción de la viralidad» debería ser suficiente para tirarlo directamente a la basura como correo encadenado falso, pero una comprobación rápida no viene mal. Aquí ya lo comentamos de nuevo el año pasado y lo conocemos como Aproximación de Marte a la Tierra: la leyenda urbana de cada agosto.



miércoles, 1 de julio de 2009

La Tía Norica


Los orígenes, la compañía de títeres de La tía Norica ha estado ligado a la ciudad de Cádiz, es una tradición de marionetas que cuenta con más de 200 años de antigüedad.


Fue siempre privada y transmitió, durante siglos, la tradición titerera de padres a hijos.


Los títeres gaditanos son una joya y una reliquia del legado titeril europeo; son inmemoriales, y según la tradición, las representaciones del llamado Nacimiento de la tía Norica, esto es los Autos del ciclo de Navidad y los Sainetes que tienen a la tía Norica como protagonista, se remonta a comienzo del siglo XVII.


En Cádiz circula la hipótesis del origen italiano de los títeres gaditanos.


Pudiera haber sucedido que una compañía de pupparos italiana se viera bloqueada en Cádiz a finales del siglo XVII a causa de una epidemia, produciéndose así el encuentro entre ambas culturas populares, y la consiguiente simbiosis.


Esta hipótesis, que no es inverosímil pues Cádiz fue muy visitada por funámbulos y compañía extranjeras, llegando incluso posteriormente a mantener la burguesía gaditana varios teatros estables con repertorio culto, es controvertida por quienes, conocedores del teatros, afirman que El Nacimiento de la Tía Norica es un fenómeno gaditano puro, y que las dudas sobre su origen de derivan del hecho, no determinante, de que la percha gaditana se usara verticalmente como la genovesa, por contraste con el uso horizontal de las perchas catalanas o francesa.


También parece ser que el Nacimiento de la tía Norica estuvo vinculado a recintos eclesiásticos, siendo impreciso el momento en que salió a la calle.


De ser esto así, lo religioso y lo profano se mezclarían en los orígenes de estas representaciones con muñecos destinadas inicialmente a públicos infantiles, lo cual no tiene nada de particular, pues las funciones de títeres también se usaron en las fiestas religiosas, de forma que los títeres entraron en las mismas iglesias.


En consecuencia es razonable pensar que los Autos se originaron en torno a escenificaciones que fueron muy populares en toda España.


La representación de La Tía Norica, nacería ya en la calle en un momento difícil de precisar, y acabarían en las manos de los mismos titereros, quien representaría conjuntamente los Autos y los Sainetes.


Se estimó que el llamado Nacimiento de la tía Norica, representado por títeres, debe remontarse, a mediados del siglo XVII.


Esto no es demostrable, pero parece significativo que en la documentada obra de Varey Historia de los títeres en España desde sus orígenes hasta mediados del siglo XVIII no hay referencia a los títeres gaditanos.


Parece incuestionable que la tradición titerera gaditana estaba instalada al principio del siglo XIX, seria este periodo, entre mediado y finales del siglo XVIII, en el que iniciaría El Nacimiento de la Tía Norica como tal.


Es interesante destacar que Norica es un diminutivo de Nora, y que este nombre se usó en retablos que existieron en Aragón y Cataluña durante los siglos XVI-XVII.


En cuanto a Batillo, será un diminutivo que significa gracioso, y derivaría del nombre de Bato que se usa en español en el sentido de rústico, de poco alcance, o quizás del italiano butto, lo que da pauta a posibles hipótesis en cuanto al origen italiano de estos personajes.


Las últimas investigaciones dan fe de su existencia hacia el año 1790 y, desde entonces, ha formado parte sustancial de la cultura y la historia del pueblo gaditano.


La compañía de La Tía Norica


Terminada la guerra de la Independencia, fue construido en Cádiz el teatro de Isabel II para la representación del llamado Nacimiento de la tía Norica, las representaciones durarían hasta 1870, año en que fue derribado el teatro, en aquella época la familia de los Montenegros la que representaba el Nacimiento de la Tía Norica.


Pasa por diversos enclaves: una accesoria en 1873, el teatro llamado Variedades (1875-1876) Romea 1877, montándose también en el solar de la plaza de los Descalzos, y en el teatro La Infantil en 1888.


Los más viejos recuerdan a la Norica en los Corralones de los carros en la plaza de la Libertad, estos recuerdos no pueden, remontarse más allá de la última década del siglo XIX.


No es posible precisar como trabajaba Montenegro, ni como se representaba la Norica en su época, ni cuales fueron los títeres empleados, ni la forma en que los títeres eran manipulados.


Esta tradición formó parte de la vida ciudadana de Cádiz hasta su parcial desaparición aproximadamente en 1959.


Su larga historia y el interés que supone su originalidad como expresión teatral, ya que está considerado como uno de los hechos dramáticos más antiguos del continente europeo, dio pie a la recuperación de su legado.


En 1978 el Ministerio de Cultura compra la totalidad del legado histórico, parte de él bastante deteriorado, se encontraba arrumbado en unos cajones, en una accesoria de la calle San Juan.


La Fundación Municipal de cultura del Exc.Ayuntamiento de Cádiz creó en 1984 una compañía que, de la mano de antiguos titiriteros, sentaron los cimientos del actual teatro de La Tía Norica.


Desde entonces, se han recuperado y creado distintos espectáculos respetando sus genuinas técnicas y repertorio tradicionales, en combinaciones con nuevas formas teatrales.


Así, espectáculos como: “Autos de Navidad”, “Batillo Cicerones, Pimpi de Cai. “La Tía Norica: El Sainete…”. El Sueño…” y “El Retablo de Maese Pedro”, entre otros, han sido catalizados guardando fidelidad a la antigua tradición y conservando la idiosincrasia del títere gaditano.


Finalmente, tras diversas restauraciones parciales… el Retablo se instaló en el Museo de Cádiz, en una sala a dedicada a él, fue inaugurada en 1984.


No obstante la tradición se ha recuperado principalmente a través de la familia Bablé, inició a su familia en el uso de la percha gaditana y otras diferentes técnicas.


Reproduciendo a escala los muñecos más importantes la compañía de La Tía Norica volvió a partir de 1985 y bajo auspicios oficiales, a mover los hilos la mano de Eduardo Bablé.


Al morir Eduardo, la tradición ha quedado totalmente en manos de la nueva generación, que representa los repertorios, con gran entusiasmo, e indudable pericia y habilidad.


La recuperación se ha venido realizando progresivamente y con una gran meticulosidad, al haberse construido muñecos que son replica de aquellos antiguos que se encuentran en el Museo de Cádiz.


Se trata de verdaderas tallas, realizadas con cuidado artesano. Que actúan en el nuevo retablo: escenario a la italiana con un ancho de 8m, fondo 7 y un alto de 6m.

La recuperación se va extendiendo progresivamente no sólo a los muñecos, sino también a los textos, decorados y música.


Por su antigüedad y sus peculiaridades técnicas, el Teatro de La Tía Norica, se nos presenta como una de las tradiciones del teatro de títere más antiguo del mundo, conservado en su género.


Ha participado en festivales nacionales e internacionales y obteniendo importantes galardones, entre ellos el 2002, La Medalla al Mérito en las Bellas Artes, que recibió de S.M. el Rey de España.

La Tía Norica de Cádiz es más que una compañía de marioneta. Es la abuela de toda la tradición teatral andaluza. Un espíritu burlón con mucha solera y muy poca vergüenza, irreverente y cáustica. O sea, en palabras actuales, políticamente incorrecta.


Estos son algunos de los personajes de la popular compañia de la Tía Norica


  • Tía Norica: abuela
  • Batillo: niño
  • Tío Faustino: hombre del pueblo (a caballo)
  • Tío Isacio: hombre que cuida el ganado en el campo
  • Don Reticurcio: medico
  • Don: Policarpo: notario

Estos son unos recortes de presa refiriéndose a las actuaciones de la compañía, una de ellas cuando volvió después de algunos años y la otra cuando actuó en Madrid