sábado, 27 de junio de 2009

Plataforma de parados gaditanos

DÍA 2 DE JULIO

JUEVES
MANIFESTACIÓN DE
PLATAFORMA DE
PARADOS GADITANOS
2009



SALIDA 7 DE LA MAÑANA DESDE EL
PABELLON CIUDAD DE CÁDIZ HASTA EL
AYUNTAMIENTO DE CÁDIZ


PEDIMOS TU APOYO Y TU SOLIDARIDAD
CON LOS PARADOS/AS CONCENTRADOS
EN LAS PUERTAS DEL
AYUNTAMIENTO



jueves, 25 de junio de 2009

A mi me gusta Cádiz

Javier Caraballo es periodista de EL MUNDO. Es redactor Jefe de Andalucía y autor, de lunes a viernes, de una columna de opinión, el Matacán, sobre la actualidad política y social. También participa en las tertulias nacionales de Onda Cero, "Herrera en la Onda" y "La Brújula", y en la tertulia andaluza de esta misma cadena "Ruedo Andaluz":


A mí me gusta Cádiz

A mi me gusta Cádiz porque me desconcierta. Nada es previsible aquí porque el ingenio es una moneda de uso común y el desparpajo tiene la guasa acumulada de tres mil años de historia. Nadie que descubre Cádiz queda impasible, porque lo atrapa la magia de la ciudad. Ha habido muchos, desde luego, escritores, pintores, intelectuales y tirados. Al último que escuché hablando embobado del magnetismo de Cádiz fue a Imanol Arias.

Le preguntaban en la radio por el eterno follón vasco, los planes soberanitas y los delirios independentistas, y el actor cortó tajante la conversación:
«Mira, desde que descubrí Cádiz, el Plan Ibarretxe me importa un carajo». Normal.
Según algunos gaditas eruditos, la ciudad es sabia por vieja y por apaleada. Está de vuelta de todo y por eso se ha instalado en el aire de aquí un sentido único de la vida, libre y desenfadado. Lo que en otras ciudades andaluzas se llama chovinismo, en Cádiz es otra cosa. No sé.

Pepe Landi, mi amigo gaditano, ha dejado escrito alguna vez que «varios siglos antes de que Estocolmo le diera nombre a un síndrome, antes incluso de la fundación de la capital escandinava, los gaditanos ya lo habían inventado».

La ciudad es pequeña, decadente y aislada, pero para los gaditanos es suficiente, absoluta e imprescindible. Gracias a esa suficiencia, Cádiz no presume de historia. Desde hace mucho tiempo, por su forma de mirar la vida, se ha constituido en paréntesis frente a las demás ciudades.

A Carlos Herrera le gusta hablar de este 'hecho diferencial' de Cádiz, porque así recuerda de paso a Carlos Cano. «Cádiz se diferencia de las demás ciudades porque no vive los escenarios de su propia historia, como pasa en Córdoba o en Sevilla. En Cádiz, la historia no es un pelmazo, sino que está en la memoria de la gente». Es verdad. Y cuando la historia se instala en la memoria, y no en la cartera o en la bilis, el pueblo sale a la calle a respirar la vida de otra forma. Sin agravios ni envidia, con normalidad.

Cádiz, con el espíritu libertino que le trajo el comercio marítimo y la mente abierta que llevó a la burguesía a convertir esta ciudad en la cuna de las libertades en España. Aquí, en Cádiz, donde la imbecilidad nacionalista sólo sirve de cuplé de chirigota, el Ministerio de Defensa ha decidido que se marque la hora oficial de toda España. Lo dijo ayer el ministro. A partir de este momento, Cádiz le va a dar la hora al resto de España.

«El Real Observatorio de la Armada de San Fernando será el encargado de marcar el patrón nacional de la hora exacta en España». Esto sólo podía pasar en Cádiz.
Decía Burgos que nadie lo sabe, pero igual que existe el meridiano de Greenwich, existe el meridiano de Cádiz, que marca otro 'tempo'. Desde ayer, ya ven, es oficial. Y no encuentro mejor forma de celebrar el Día de la Constitución que sabiendo que Cádiz, a partir de ahora, marcará el tiempo de España.
Ojalá. Tic, tac, tic, tac. ¿A que ya suena distinto?

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Pués.................. sí

viernes, 19 de junio de 2009

"bastinazo" en el DRAE

El Instituto Cervantes dispone un glosario de palabras inventadas con motivo del Día del Español

España habla el gaditano

Los internautas crean un Ficcionario en el que se incluyen 14 palabras características de Cádiz
ejemplos: Aliquindoi, vivacai, sieso o andeva, forman parte de las 1686 expresiones propuestas


Si hay alguien que conoce el habla gaditano ese es el profesor Pedro Payán Sotomayor, autor del libro El Habla de Cádiz, obra que recoge todos los vocablos propios de la lingüística más singular de la ciudad, y que ha tenido una excepcional acogida desde que se creó.


Es una satisfacción que nuestras palabras y expresiones vayan extendiéndose por toda España, no esta muy claro que vocablos faltarían en esa selección, ya que hay muchas palabras de Cádiz que podían formar parte.


Pedro Payán cree que aliquindoi, es una muy típica, al igual que picha, otra que podría forma parte y que se puso de moda por toda España.


Pedro Payán, ve con alegría la inclusión de estas 14 palabras en el ficcionario que está recopilando el Instituto Cervantes ya que sobre todo es un orgullo, pronto hará una nueva revisión de su obra ya que son muchos los que se lo han pedido.


Próximamente saldrá a la venta una quinta reimpresión de El habla de Cádiz con 3000 ejemplares, aprovechará para añadir información y estudiar nuevos vocablos que incluirá.


Payán pone de manifiesto, es el carnaval una herramienta para expandir por España el habla de Cádiz. El profesor cree que se nutre del habla de Cádiz, y luego lo devuelve por toda España en forma de copla.


La forma característica de hablar de los gaditanos tampoco deja indiferente a nadie a través de Internet, y desde distintas redes sociales se propone la inclusión de algunas palabras en el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua (DRAE), donde se propone la entrada en él de la palabra bastinazo.


bastinazo: define una cosa que produce admiración, en el buen o en el mal sentido ya sea por cantidad o calidad, es lo mismo que basto o grosero,
igualmente se aplica para elogiar.
Popularmente, si se pregunta a un gaditano qué es un bastinazo, éste responderá: cuando se agarra el pene con las dos manos, lo que sobra es un bastinazo... jajajajaj
Que guasa hay en cai... jajajaajajajaj




miércoles, 17 de junio de 2009

Canal Bahía-Caleta

canal central de la Caleta

Con respecto a la génesis y evolución geológica de La Caleta, se han propuesto en los últimos tiempos nuevas hipótesis explicativas.


Estas consisten esencialmente en el planteamiento de una serie de canales, que surcaban la actual ciudad, y de los que expusieron esta breve síntesis de dos de los más interesantes que discurrían en época remota por el actual casco antiguo.


A estos dos canales se le dominaron para poder delimitarlo mejor y no repetir continuamente sus trabajos, con los nombre de los investigadores que han realizado sus estudios con mayor profundidad.


Aunque las tesis presentan ya de por si pruebas evidentes sobre su trazado, se hace vez más necesaria su verificación por especialista en Geología.


Estos canales pudieron quedar regulados por los efectos de las corrientes de mareas (en pleamar coincidirían en un punto las fuerzas de las tres corrientes de entrada de los canales y se precipitarían las partículas sólidas e iniciaría la sedimentación. Al menos en un principio de forma natural y posteriormente acelerada por otros factores).


“Antiguo Cana Bahía-Puerto Chico o Canal de Ponce”


La primera vez que se planteó la posibilidad de la existencia de un canal interior a través del casco urbano, fue en 1976, el trabajo fue publicado en la prensa local y estaba realizado por Francisco Ponce Cordones, quien lo tenía elaborado con anterioridad a septiembre de 1972.


Ponce, en este primer trabajo, defendía la existencia de un canal indicando su trazado:


En efecto, parece comprobado que en tiempos antiguos un canal o vaguada submarina discurría por donde hoy se halla la puerta monumental del muelle, la plaza de San Juan de Dios y la calle Alonso El Sabio (junto a los muros de la ciudadela o villa medieval) y posiblemente continuaría por la plaza de la Catedral y la calle San Juan llegar al punto conocido por Puerto Chico, junto a la muralla del Campo del Sur.


La comunicación entre el mar abierto y la bahía, caso de haber existido debió tener lugar precisamente por el camino que se indica y no directamente desde la plaza de San Juan de Dios a través de la calle del mismo nombre.


El contacto con el planteamiento del Canal de Ramírez que a continuación veremos, llevaría a Ponce a relegar el Canal Bahía-Puerto Chico a un segundo plano, condicionándolo ya al planteamiento de Canal Bahía-Caleta y justificando su apertura de la siguiente forma:


La acción corrosiva de los temporales pudo dar origen a una nueva salida a través de la ensenada de Puerto Chico… En un determinado momento, pudo abrirse la ensenada de Puerto Chico, y bien, de esta forma, bien a través del Canal-Caleta, darse origen a la pequeña isla situada al N. O.


Es posible, también, reseñar la gran trascendencia geológica que tuvo en todo este contexto la llamada” Montaña de Puerto Chico”, y sus efectos en la sedimentación de la zonas(55). Por último cabe destacar la gran recuperación que este planteamiento ha tenido en toda la historiografía posterior.


Antiguo Canal Bahía-Caleta o canal de Ramírez


El Canal Bahía-Caleta es mucho más extenso que el Canal de Ponce, y afecta fuertemente al paisaje que nos ocupa y casi se puede afirmar que es origen de la actual ensenada.


Quien con mayor profundidad ha estudiado este canal ha sido Juan Ramón Ramírez Delgado, indicándonos su trazado:


Desde el muelle y plaza de San Juan de Dios, por la plaza de La Catedral, plaza de la Libertad y barrio de la Viña, hasta el canal central de la playa de La Caleta

Ramírez, apunta el origen de este canal, y para su estudio lo divide en tres zonas:


Occidental: le resulta evidente, ya que en esta parte se encuentra el Canal de La Caleta, que constituye el único trozo aún no cegado del primigenio cauce del Canal Bahía-Caleta.


Oriental: para Ramírez parece estar suficientemente comprobado, merced a los abundantes indicios facilitados por Ponce que el canal estudiado por este autor no es más que una sección del Canal Bahía-Caleta.


Central: el problema se lo presenta en la central, plaza de PioXII y Libertad, y para ello, estudia y analiza documentación antigua sobre la construcción de la Catedral, y sobre edificios construidos hace escaso tiempo.

Con ello termina de aclarar y delimitar el trazado completo del Canal Bahía-Caleta(64)

Sobre este canal sitúa el puerto de la ciudad, opinión de la que participará posteriormente Ponce(66)

El parcial cegamiento(67) del canal y el alejamiento del embarcadero tendrían fuertes consecuencias en la planificación de expansiones demográficas del asentamiento antiguo.


Futuros datos procedentes de obras en esta zona pueden ir concretando el trazado de este canal.


El canal a través del casco urbano de Cádiz


(55) Observase en la actualidad algunas edificaciones del área denominada Puerto Chico, por ejemplo, el patio de la casa nº12 de la plaza del mismo nombre.


(64) Ramírez Delgado (1982): el canal Bahía –Caleta, debió ser fragmento aislado de un antiguo cauce del río Guadaleta…


(66) Ponce Cordones (1984) el puerto gaditano estaba situado en un estrecho canal que desde la actual dársena Moret del puerto comercial discurría hasta La Caleta.


(67) en la actualidad puede ser de interés para seguir la evolución de la sedimentación del canal Bahía-Caleta, el estudio de la casa denominada del Pozo (Cardoso 41-43) típica casa de corral, siendo su patio uno de los más bajos del barrio con un típico pozo de mareas donde se dejan sentir los efectos de la misma a pesar de la lejanía que ofrece de la playa.


domingo, 14 de junio de 2009

Cádiz, puertas al mar

Puertos de Cádiz
Cádiz fue, por encima de todo, su puerto, o mejor, sus puertos. A través de ellos se puso en contacto con las bases de su fortuna, a través de ellos.

También, adquirió su personalidad de ciudad eminentemente burguesas y cosmopolita; por su mediación, en definitiva, obtuvo las vituallas precisas en época de hambre, y conoció la visita de las epidemias.


Todo esto no hubiera sido posible sin su posición geográfica tantas veces referida y, en parte, sin el impulso que la corona le dio desde los primeros tiempos del Descubrimiento de América.


Sobre todo, la geografía, es ésta la que finalmente otorgará a sus puertos la supremacía sobre sus rivales (Sevilla, Sanlúcar, Jerez…).


La Bahía, actuando como un embudo, permitirá el acceso a sus barcos hasta el mismo fondo buscando protección y abrigo, e impedirá el acceso de las naos enemigas.


La profundidad de sus aguas gana la carrera del progreso, acogiendo en su seno buque de un calado cada vez mayor.


A ella se puede penetrar incluso de noche, se entra y sale con todo los vientos, pues aún con los que le son contrarios, se puntea y se vira en su recta anchura.


Muy poco se sabe de la evolución física de los puertos, el más inmediato y conocido, ventana de la ciudad burguesa sobre la bahía, sólo debió de contar con un muelle propiadamente dicho a partir de los años 20 del siglo XVII.


La decisión de hacerlo en sustitución de la roca, para así posibilitar la aproximación de los barcos a la orilla y favorecer la descarga de mercancía, se tomó hacia 1622.


Sobre 1820 había cuatro puertas que daba al mar, la de la Caleta, la de San Carlos, la de Sevilla y la del Mar.


Con posterioridad a esta fecha el puerto iría adquiriendo los carácter origínales con que llegará hasta su demolición a principio del siglo XX.


Punto de cita de todos los que tienen asuntos con los barcos, contaba de dos puertas principales: la del Mar, frente a la plaza de San Juan de Dios, entrada natural de los viajeros y mercancía, y la de Puerta de Sevilla.


Más interior de la bahía se encontraba un segundo puerto, el de la Ensenada de Puntales, lugar de carga y descarga para los marineros extranjeros, (exigía por las autoridades españolas una mayor vigilancia al objeto de evitar el contrabando).


Para acceder al mismo era preciso pasar antes el punto más estrecho de la bahía, que junto a su angostura, ofrecía en el siglo XVIII la protección de los castillos de Puntales y Matagorda (enfrente del anterior), y del Fuerte de San Luís.


Una vez traspasado, se abría a modo de una segunda bahía, de contornos más suaves (donde se encontraba el puerto) y comunicación con el interior y el Océano a través de los caños de la marisma.


El más importante el de Santi-Petri, permitía a los barcos, guarecerse en momento de peligro, pasar a la Carraca para ser reparados e invernar, o salir directamente al Océano (por la isla y castillo de Santi-Petri), como si de una puerta secreta se tratase.



En definitiva, a lado de los de San Sebastián y Santa Catalina en la boca de la bahía, todo un sistema de defensa y vigilancia dispuesto a poner al enemiga “pie en polvorosa”.


Parece que se puede afirmar que la bahía natural de Cádiz, albergó en sus orillas siempre un puerto o centro de actividad portuaria importante, incluso quizás varios con relativo esplendor en algunos momentos, desde la fecha de la fundación de la actual ciudad de Cádiz (que se remonta al año 1104 a.C en los tiempos del rey fenicio Habis) hasta las dominaciones púnica y romana, en la que Gades llegó a ser la ciudad más importante de la Hispania y la tercera del Imperio en Europa.


Así se sabe de la construcción, todavía no situada en el tiempo, de un muelle de cantería en Rota que quedó arruinado en el maremoto de 1755 y que pudo ser uno de los principales puertos de acceso a la antigua Tartessos y, ya con constancia escrita (la primera de la existencia del puerto), la cita de Estrabón de la construcción del "Portus Gaditanus" por orden de Balbo a orillas del Guadalete, y del primer arsenal dedicado a construcción naval junto a El Trocadero, existiendo referencia a la construcción de diez naves para la guerra entre Julio César y Pompeyo.


Fue en la época de César cuando el Puerto de Cádiz, cualquiera que fuera su situación geográfica, adquirió su primera época de notoriedad y esplendor exportando salazones y vinos para Roma y otras provincias europeas y africanas del Imperio.


La historia se oscurece desde el siglo IV hasta el siglo XV en que la corona española, bajo el reinado de los Reyes Católicos, establecería el primer puerto en la Bahía de Cádiz, fundando la ciudad de Puerto Real, al amparo de una Real Cédula que ordenaba su creación y le otorgaba la exclusividad mercantil.


Fue a finales de este siglo y durante todo el siglo XVI una etapa de primacía del comercio africano. Entretanto se producirá el gran suceso del Descubrimiento de un nuevo continente, y que abriría las puertas a un nuevo comercio: el de las provincias de Ultramar.


En 1902 se establece la junta de Obras del Puerto de Cádiz.


En 1903/1929 se inician los trabajos, que incluía los muelles Reina Victoria, Marqués de Comillas y Alfonso XIII.

En 1930/1936, se construyen los muelles de la ciudad, resto del dique de San Felipe y se configura el Puerto Pesquero (muelle de Levante y Poniente y malecones de Levante y sur)

En 1949/1950, salió la configuración actual del Puerto de Cádiz en tres dársenas (comercial, pesquera y de reparación)

En 1970/1980. El Puerto de Cádiz se adapta a las nuevas tecnologías y se construyen 1ª y 2ª fase de la Terminal de contenedores Reina Sofía


En 1982, se dicta la unificación de la instalación Portuaria: nace Puerto de la Bahía de Cádiz.

Cádiz- Zona Franca, La Cabezuela-Puerto Real, Puerto de Santa María, Rota…


Nuestro puerto es de primera, o sea un puerto caro, conllevando a que hayamos perdidos atraques. Hoy en día es raro ve el puerto con mucha actividad portuaria, solo cuando están atracado los cruceros con escalas para unas horas en Cádiz, y no por las actividades portuarias, sino por lo grande que son, son hoteles flotantes. No se que beneficios tiene poseer un puerto de primera, que esta más tiempo vació que otra cosa.


Puerto de Cádiz, al fondo la Catedral
esta imagen lo dice todo

lunes, 8 de junio de 2009

El Golfo de Cádiz

El Marco Natural
Constituye un gran arco natural que, en su zona norte, ocupa Andalucía occidental y sur de Portugal hasta el cabo de San Vicente; y, en su lado sur, el Marruecos Atlánticos, hasta Mogador.

Como eje del mismo, el estrecho de Gibraltar, única vía de acceso y puerta entre el Mediterráneo y el Atlántico, el desconocido " mar tenebroso". Dos colonias de interés funda los fenicios en este espacio:

Lixus en el norte de África y Gadir frente a las costas andaluzas. Significativamente, sus templos compiten en antigüedad y sus fundaciones parecen muy próximas.

Gadir, en la zona norte de este marco natural, presenta una excelente situación, proxímo a los núcleos mineros de la plata y del cobre, con capacidad para una industria local de productos derivados del mar (salazones, pesquerías, sal, el garum se hizo famoso durante el periodo romano).

Su relativa proximidad a la costa hacía posible los intercambios comerciales con diversas zonas de la baja Andalucía a través de los ríos empleados como vías de penetración hacia el interior.

Por otro lado, pudo servir como base para el comercio y explotación del norte de Europa, donde se daba el ámbar, estaño, oro, esclavos, etc.


El Guadalquivir, el Guadiana, el Odiel y el Guadalete son los ríos más importantes que desembocan en el Golfo de Cádiz.

El Golfo de Cádiz será una de las zonas más vulnerables al cambio climático. Un informe científico alerta de que perderá 20 metros de playa por el calentamiento global, según el Grupo de Ingeniería Oceanográfico y de costa de la Universidad de Cantabria encargada por el Ministerio de Medio Ambiente.

"En el Golfo de Cádiz hay más oro que en el Banco de España". Esta frase, atribuida al catedrático de arqueología Manuel Martín Bueno, sigue siendo alentando la leyenda de las costas gaditanas y onubenses, donde duermen los restos de naufragios históricos. Dicen que éste es el mayor cementerio de galeones del mundo. Pero los trabajos arqueológicos apenas han podido recuperar una mínima parte de este camposanto marítimo. E historiadores y aficionados al buceo coinciden en culpar a la Administración de desidia, en comparación con otros Gobiernos extranjeros.



La batalla de Trafalgar, tuvo lugar el 21 de octubre de 1805, frente al cabo de Trafalgar (provincia de Cádiz), en la que se enfrentaron las escuadras aliadas de Francia y España, contra la armada británica, en dicha batalla hubo muchas bajas humanas y gran parte de la flota se encuentran bajos sus aguas, en el Golfo de Cádiz.


sábado, 6 de junio de 2009

Buscadores de duros antiguos


El día 3 de junio de 1904, jueves de Corpus, en la almadraba situada al final del barrio de San José (extramuros), unos trabajadores se ocupaban de enterrar las cabezas y desperdicios de los atunes capturados.


Sobre las onces de la mañana, cuado había ahondado medio metro en la arena, encontraron varios duros. El trabajador dio noticia del hallazgo a uno de los socios de la almadraba y a los carabineros.


Al tiempo, el resto de los trabajadores junto a un grupo de vecinos del barrio que se enteraron de que estaban apareciendo duros muy antiguos, comenzaron a abrir zanjas hacia la orilla en busca de más monedas.


Durante toda aquella jornada de Corpus fueron muchas las personas que encontró lo que llamaron duros antiguos, y resultaron ser monedas de curso legal de la época del rey Bobón Fernando VI. Monedas que fueron llamadas “de ambos mundo” porque en la cruz figuraban dos esferas terráqueas.


Corrió el rumor de que una de las buscadoras hizo acopio de 500 duros. Pero la cantidad exacta de monedas aparecidas no se supo, ya que los vecinos, temerosos de que se las quitara el fisco, las escondieron.


Pero por las estimaciones se cifra que en las arenas de la playa afloraron un total de 1500duros, los mismos que comenzaron a venderse en la misma playa al precio de tres pesetas. Corrió la voz por la ciudad y al amanecer del día siguiente la playa estaba repleta de persona que, provista de pala y cribas, escarbaban las arenas con entusiasmo.


Los dueños de la almadraba intentaron prohibir la búsqueda requirieron a la guardia municipal del barrio de San José y a una pareja de la guardia civil.

Pero los agentes no pudieron contener a los buscadores de tesoros, que llagaron a interrumpir los trabajos de la almadraba.


Ante la noticia de que el filón no se había agotado, creció la animación y a las dos de la madrugada del día 4 ya había una multitud de hombres y mujeres y niños haciendo zanjas en la playa con toda clase de herramientas. Bajó el número monedas hasta el día 6 y el público se dedico a ver las labores de la almadraba. Los trabajadores de las bodegas vinateras de la zona acudían a escarbar al terminar la jornada.


Se especula que las monedas proceden de antiguos naufragios de los navíos “Defiances” de Francia hundido en 1805 o el botín del buque pirata “Defensor de Pedro”.


Todo Cádiz canta el tango de “Los duros antiguos”


A consecuencia de estos hechos, en el carnaval de 1905, Los Anticuarios, comparsa original de Antonio Rodríguez “El Tío de la Tiza, saca una letra de un tango, relatando dichos hechos sucedidos.

Todo Cádiz se sabe de memoria el tango de “Los duros antiguos”, ha sido el éxito indiscutible del Carnaval del presente año y su aceptación popular obligó a que se realizara un arreglo del mismo para piano por el maestro del Circulo Modernista, Paspatti.


El pentagrama, presentado al público en tarjetas postales, ha sido enviado a numerosos puntos de España.


Se publicará de igual forma la chirigota bailable titulada “Cake-walh gaditano” original de la misma agrupación.


Hoy en día es una letra que para Cádiz es un himno, no hay una reunión de amigos que no termine cantándola, ya sean de aquí o de fuera.


Vamos a sacar el tono, y aquí esta la letra:

Aquellos duros antiguos
que tanto en Cái dieron que hablar,
que se encontraba la gente
a la orillita del mar,
y es la cosa más graciosa
que en mi vida he visto yo.

Allí fue medio Cái
con espiochas,
y la pobre mi suegra
y eso que estaba
ya medio chocha.
Con las uñas algunas,
la ví escarbar
cuatro días seguidos
sin descansar.

Estaba la playa
igual que una feria.
¡Válgame San Pedro,
lo que es la miseria!
Algunos pescaron
más de ochenta duros,
pero en cambio otros
no vieron ninguno.

Mi suegra, como ya dije,
estuvo allí una semana,
escarbando por la tarde,
de noche y por la mañana.
Perdió las uñas y el pelo,
-aunque bien poco tenía -
y en vez de coger los duros,
lo que cogió fue una pulmonía,
y en el patio de las malvas
está escarbando
desde aquel día.

Y olé.....




viernes, 5 de junio de 2009

Cádiz y su Bahía


La ciudad de Cádiz se sitúa en lo que se llama, geográficamente, un tómbolo. Se denomina así cuando se une una isla al continente por un istmo muy fino. En el caso particular de Cádiz, este tómbolo no se une directamente con el continente, si no con lo que se ha llamado históricamente la Isla de León, donde se encuentra la ciudad de San Fernando.


El -66.91% del suelo, entre marismas (parque natural) y playas, es no urbanizable.

Históricamente, el conjunto, ha sido desde pequeño archipiélago a una isla, todo se puede ver en la sección de historia. Se discute si actualmente tiene o no sentido definir como conjunto de Cádiz y San Fernando como una isla ya que, con el tiempo, el canal que separaba la isla del continente, el Caño de Sancti-Petri, se ha ido llenando de sedimentos. Lo cierto es que la ciudad de Cádiz recibe un plan de tratamiento insular


Para entender la ciudad es preciso comprender su asentamiento y relación con el territorio. No siendo lugar de paso, situada en una zona ambigua entre la tierra y el mar, interfase formada por marismas, salinas y carrera de marea que dibujaban los límites del territorio, queda hoy menos patente a causa de los medios de comunicación actuales.


Acercase a Cádiz no ha sido siempre lo mismo. En la antigüedad fue territorio insular, al que era preciso llegar desde tierra firme atravesando en barca la barra de Sancti-Petri. La llegada y salida por mar era la forma natural de comunicación, y la más conveniente hasta la llegada del ferrocarril, incluso en su primer momento, éste sólo llegaba al Trocadero, al otro lado de la bahía, y los viajeros la travesaban en barco para llegar a Cádiz, a la puerta del Mar, auténtica entrada de la ciudad.


Su comunicación con tierra firme comienza a consolidarse a partir del siglo XVIII mediante la construcción del arrecife que desde la puerta de Tierra de las fortificaciones permite el acceso al camino que circunda la bahía, a través de la Isla de León (actual San Fernando). Este eje de salida de la ciudad histórica forma hoy el eje de desarrollo de la ciudad del siglo XX, con la que se topará el viajero no ferroviario.


Hoy se encuentra Cádiz en una posición excéntrica respecto al área de la bahía. El puente, colocado en su centro así como los hitos de las torres de energía eléctrica dividen a la misma en dos: la bahía exterior dedicada al uso portuario, y la bahía interior, de muy poco calado, con vocación deportiva y pesquera, sujeta aún a la servidumbre del acceso dragado a los astilleros reales de La Carraca, del siglo XVIII.


La bahía de Cádiz está formada por la desembocadura del río Guadalete, que secciona la placa pliocénica existente entre la desembocadura del Guadalquivir y la ensenada de Bolonia. Este estuario, de extraordinaria riqueza biológica y paisajística, presenta a su vez un particular valor como puerto natural, en un enclave estratégico respecto a las rutas marítimas históricas entre el Mediterráneo y el Atlántico. Ello ha favorecido la instalación de una red de ciudades asentadas sobre los promontorios rocosos que jalonan los arenales y el mar.


Así, el plano de agua de la bahía se encuentra circundado por una constelación de ciudades en la que no destaca Cádiz como mucho mayor que el resto. Esta área presenta un considerable equilibrio al existir 400.000 habitantes no dispuestos en un único núcleo sino en varios, separados aún por amplias zonas vacías de considerable valor medio ambiental, calificadas como parque natural en la actualidad. Estas áreas intermedias, formadas por marisma, salinas, pinares y playa, constituyen feliz contrapunto a las áreas urbanas

.

En Cádiz se aprecia una separación radical entre ciudad antigua y ciudad moderna (intramuros y extramuros: Cádiz y Puerta Tierra).


La primera, casi totalmente ceñida por el mar, en un territorio histórico de 140 hectáreas al que se ha añadido en el último siglo los rellenos portuarios, la segunda ocupa la lengua de tierra dispuesta entre la ciudad vieja y el puente José León de Carranza. Desde éste hacia San Fernando, la estrechez del territorio queda dedicada a playas y salinas, con un pequeño reducto rural en Santibáñez, frente a las instalaciones militares de Torregorda, recuerdo de lo que debió ser la totalidad de Puerta Tierra antes de las ocupación urbana masiva.


La ciudad antigua es un compacto urbano de gran coherencia, habiendo estado mucho más poblada en época reciente. Se trata de un casco antiguo muy vivido, a pesar de los problemas de deterioro físico y social existente. El uso comercial, próspero hace tan sólo unas décadas, languidece hoy día ante los mecanismos de expulsión y concentración junto a las vías exteriores de comunicación en el área de la bahía.


El puerto depende aún de su situación junto al casco antiguo, sujeto a las limitaciones del viario de la ciudad histórica. La implantación universitaria, situada parcialmente en el casco antiguo, sirve para reutilizar viejos edificios abandonados (cuarteles de Carlos III) y permite albergar esperanza sobre una nueva vida para una ciudad que perdió hace tiempo su razón de ser basada en el comercio marítimo.


Noroeste:Océano Atlántico _ Norte: Bahía de Cádiz y Rota _ Noreste:Bahía de Cádiz y Puerto de Santa María.

Oeste:Océano Atlántico.

Suroeste: Océano Atlántico _ Sur: San Fernando

Sureste: San Fernando, Bahía de Cádiz