Las necrópolis antiguas se desplazan empujadas por la expansión urbana, de forma que, en los núcleos en desarrollo, los dichos cementerios mantenían su carácter extra-urbano gracias a un progresivo alejamiento de la ciudad inicial.
Los principales hallazgos efectuados en la necrópolis gaditana, se han de destacar los siguientes descubrimientos verificados en las antiguas necrópolis:
Tumbas de carácter romano localizada en 1643 en el Campo de
Conducto (¿) con restos de losas de mármol y de cerámicas romana, al parecer, hallado en 1748 en la confluencia de las actuales calles Veedor y Vea Murguia.
Columbario romano descubierto en 1769 en el solar del Hospital de Mujeres.
Lápida funeraria romana aparecida al hacer un pozo en la calle Manuel Rancés.
Columbario romano de los Plocios, hallado en diciembre de 1826 en los glasis izquierdo de las fortificaciones de Puerta de Tierra.
Diversos vestigios funerarios romanos localizados en febrero de 1838 en
Restos de sepulturas romanas descubiertos, a mediados del siglo XIX, con motivo de los desmontes efectuados para el tendido de la vía férrea.
Lápida romana funeraria localizada, al parecer, en la calle Montañez.
Abundantes vestigios de enterramientos romanos hallado, hacia 1884, en la cimentación del Nuevo Teatro levantado en la plaza de Falla.
Cuando la necrópolis gaditana comenzó a gozar de una cierta fama fue a raíz de los descubrimientos efectuados desde 1887 en la denominada Punta de
Ya con anterioridad debieron aparecer en dicho lugar, ocasionalmente, algunas antigüedades de la necrópolis, como parece indicar el topónimo allí existente “batería del Romano”. Pero a pesar de todo, los hallazgos verdaderamente notables fueron los que se realizaron con motivo de los desmontes ejecutados para la instalación de
En la zona además se localizaron los primeros vestigios conocidos que pueden atribuirse a supuestas tumbas púnicas de pozo.
En el siglo XX, y debido a la continua serie de hallazgos que seguían verificándose en la necrópolis gaditana, comenzaron las campañas oficiales de excavaciones en la zona de Extramuros, sacando a la luz vestigios numismáticos, epigráficos y de orfebrería.
Hemos de destacar un par de descubrimientos fortuitos que tiene especial interés por sus lugares de aparición, el caso de las tumbas púnicas localizada al abril unos cimientos en la calle Santo Domingo, al comienzo del barrio de Santa María, sobre dichas tumbas existen noticias contradictorias, así como la posibilidad de que algunas de ellas fuesen reaprovechadas con posterioridad a su utilización primigenia.
El otro descubrimiento, que también posee una importancia de primer orden, fue el de la celebérrima estatuilla de Ptah (llamado el “sacerdote de Cádiz”) hallada en febrero de 1928, junto con otros materiales que no se recogieron, en la cimentación de
Además de todo esto, citaremos dos hallazgos que no son suficientemente conocidos, el primero, tras el matadero antiguo, en el acantilado puesto al descubierto al ser arruinada la muralla por la erosión marina, unas sietes u ocho urnas cinerarias romanas de barro cocido fueron depositados en el Museo Histórico Municipal de Cádiz, fueron destruidas por la onda expansiva provocada por la explosión del 1947.
El otro descubrimiento fue el de un pequeño columbario romano aparecido, casualmente, en mayo de 1966 en la cimentación de los pabellones militares del Campo de las Balas, junto a
Hallazgo sarcófago antropoide, aparecido fortuitamente en la calle Ruiz de Alda (Extramuros), al sedimenta el antiguo solar del Chalet de Pelayo Quintero Atauri, excavador de la necrópolis gaditana. El 26 de septiembre de 1980, surgió a la luz del subsuelo gaditano un nuevo enterramiento el sarcófago antropoide femenino
Los enterramientos localizados en el sótano de la casa situada en la calle General Ricardos nº 5, son los únicos restos de la necrópolis romana de Cádiz que podemos observar "in situ" (en el mismo lugar donde fueron construidos).
Muy cerquita de
Los hallazgos de carácter subacuático
Los hallazgos de carácter subacuático presentan en Cádiz, como es sabido, una problemática bien compleja.
El expolio sistemático a que se ve sometido nuestro patrimonio arqueológico submarino, en parte por la dificultad que presenta su vigilancia y protección, ha ocasionado la pérdida de abundantes datos de gran importancia.
No obstante esto, y debido a las interesantes pistas que los restos de pecios “in situ” indicativos de lugares ya ocupados por el mar en
Desde la extracción en 1884 de materiales procedentes de un posible pecio romano existente junto a
De entre ellos destacan por su interés: el gran “Thymiaterion”, el disco y las dos terracotas femeninas (una de ellas descubierta no hace poco) procedentes, en su totalidad, de las inmediaciones de
De la zona del puerto actual se poseen menos datos de hallazgos, se debe en parte, que dicha área los restos se hallan cubiertos por una notable capa de fango, estos descubrimientos verificados en el curso de los trabajos de dragados que se han venido ejecutando, en los últimos tiempos en esta parte interior de
Hola Maria Jesus, como vez sigo tu blog, unas veces lo leo todo y otras meno pero se lo que escribe cada semana,
ResponderEliminarSaludos Joaquina