miércoles, 29 de abril de 2009

La Explosión de Cádiz de 1947


El 18 de agosto de 1947 estalla, a las mismas puertas de la histórica ciudad de Cádiz, un polvorín militar provisional donde se almacenaban unas 2202 cargas explosivas, pertenecientes a la Guerra civil española y a la Segunda Guerra Mundial, compuesto por carga de profundidad, cabezas de torpedos y, en su mayoría, minas submarinas, salvo 491 de ellas, que afortunadamente quedaron intactas y no explosionaron la restantes reventaron prácticamente al unísono, provocando la mayor catástrofe gaditana de la que se conserva memoria después del maremoto de 1755.


A las diez menos cuartos de aquella fatídica noche del 18 de agosto de 1947, una deflagración provocada por unas 200 toneladas de trilita, tiñó el cielo de rojo intenso, ensordeció y aterrorizó a la población, destruyó todos los cristales de las casas y asoló zonas densamente pobladas, causando la muerte de casi un centenar y medio de habitantes, decenas de mutilados y miles de heridos de diversa consideración.


Para que nos hagamos una idea del alcance de la catástrofe, la explosión de Cádiz fue equivalente a la de diez mil coches bomba, lo que nos puede ayudar a imaginar los efectos, la impresión que provocó y el alcance de los daños.


La onda expansiva impactó de una forma directa y extremadamente violenta contra los barrios próximos de San Severiano, la Barriada España y Bahía Blanca, destruyendo además por completo los Astilleros de Echevarrieta y Larrinaga y el Hogar del Niño Jesús, donde las hermanas de la Caridad cuidaban a decenas de niños asilados y expósitos, muchos de ellos huérfanos de padre y madres. En los edificios de los alrededores fueron sepultadas familias entera.


El centro histórico se salvó gracias a la Puerta de Tierra, muralla que en 1947 disponía de un solo vano, que pudo amortiguar el empuje de la onda y evitar así que los daños y las victimas fueran mayores, algunos edificios representativos de la ciudad como la Catedral o el Gran Teatro Falla, sufrieron numerosos desperfectos, la zona de extramuros quedó demolida en su totalidad.


La deflagración de 2201 cargas de profundidad y minas submarinas en el Almacén Nº 1 de la Base de Defensas Submarinas de Cádiz produjo un enorme hongo de humo y polvo, seguido de un enrojecimiento del cielo visible desde toda la Bahía de Cádiz, Huelva y algunos pueblos de Sevilla, cuyo ruido atronador fue oído hasta en la propia capital andaluza.


El fogonazo fue tan espectacular que pudo ser contemplado incluso desde el acuartelamiento militar español ubicado en Monte Hacho (Ceuta).


De inmediato se fue la luz en toda la ciudad, enmudecieron las líneas telefónicas y se produjo el corte en el suministro de agua por daños en la tubería general de abastecimiento.


Se sumaban por tanto a la desgracias la incomunicación con el exterior, la falta de visibilidad para las labores de socorro, la carencia de agua para apagar los numerosos incendios que devastaban los astilleros y los alrededores de la base militar y la descoordinación de quienes evidentemente, no estaban preparados para una emergencia de tal envergadura, en 1947 no existía planificación alguna ante grandes catástrofe en materia de Protección Civil, entonces denominada “Defensa Pasiva”, por ello se aplicaron procedimiento militares, dirigidos por autoridades militares.


Los bomberos tardan en llegar al área del siniestro, teniéndose que emplear el agua de unos pozos existente en Bahía Blanca.


Los barcos de guerra surtos en el muelle, que ante la incertidumbre había encendido motores para salir a alta mar.


Al no poder contar durante horas con energía eléctrica, resultó imposible transmitir ayuda a los municipios cercanos, solo gracias a una radio galena propiedad de Transradio Española se pudo oír desde Jerez la dramática petición de ayuda efectuada a las costeras.


Los heridos comenzaron a llegar a los hospitales por centenares y a los pocos días las cifras de los atendidos superaban los 5000. El hospital de Mora se convirtió, por su categoría como hospital provincial y como sede de los departamentos de la Facultad de Medicina, en hospital de referencia y recepción de los heridos más graves, colapsándose prácticamente de inmediato.


Pero también se atendieron centenares de personas en el hospital de San Juan de Dios, el hospital Militar de la plaza de Fragela y más tarde a los hospitales de San Fernando.


Ahora sabemos que las bombas llegaron a Cádiz entre 1942-1943 procedente de diversos arsenales y dependencias militares de la Armada tanto de su propio Departamento Marítimo como del Cantábrico, no así del Departamento de Cartagena, del que durante mucho tiempo se pensó que procedieron las minas rusas.


Todas las cargas fueron estibadas en dos almacenes próximos entre sí en las instalaciones de la Base de Defensas Submarinas, sede también del Instituto Hidrográfico de la Marina.


La versión oficial cuenta que las minas almacenadas en el polvorín no estaban en buenas condiciones de conservación y, a consecuencia del calor, se produjo la primera explosión; también corrió el rumor de que fue un atentado contra la dictadura franquista presente en España en aquella época.


Pero ni siquiera las investigaciones más recientes han podido clarificar las verdaderas causas.


Es un hecho que permanece muy vivo aún hoy en el recuerdo de muchos gaditanos. De vez en cuando, gracias a los investigadores y a los propios protagonistas o sus descendientes, se van conociendo nuevos datos y detalles acerca del suceso.


12 comentarios:

  1. La "EXPLOSIÓN" del 47, fue un acto criminal, ejecutado con premeditación y alevosía. Si los jueces y autoridades hubieran tenido un mínimo de dignidad, ese crimen no habría quedado en la impunidad. La sociedad gaditana, particularmente la representada por la llamada media-alta y/o alta, ha estado compuesta por unos malnacidos cómplices de aquel acto criminal.

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  2. sí; se cumplen hoy 62 años de aquel crimen. lo ejecutó la "gloriosa" ARMADA del Reino de España, la que no satisfecha del todo: ROBÓ el litoral de su Bahía. Especuló sobre esos terrenos y los hizo inservibles para que los gaditanos hubieran podido tener el mayor índice de trabajo de todo el país. los "TONTOS" de los cojones de Cádiz no saben que Ramón de Carranza fue uno de esos destacados miserables.

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  3. yo no habia nacido por aquel entonces pero por lo que e leido y visto en fotos y diarios fue una muerte muy tonta para muchos pobres niños y familias por el ego de muchos politicos y en la dictaduras a ellos le hubiera hecho yo lo mismo que jugaban con las vidas de los pobres creyendozse que estabamos en el tiempo de la exclavitud

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  4. No solamente la dictadura, Diario de Cádiz, sus dueños; se han venido cachondeando con la memoria de aquellos gaditanos, permitiendo a algunos sirvengüenzas crear y sostener héroes donde nunca los hubo. A eso se llama complicidad con quienes fueron culpables de aquella masacre:
    la "gloriosa" Marina de Franco; esto es: la ARMADA del Reino de España, la que ha "robado" TODO el patrimonio que teníamos los gaditanos; esos "Tontos de los cojones" que incluso vota a esos farsantes de feria.

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  5. Cádiz contaba en el siglo XVII de un sistema de defensa y ataque, al mismo tiempo. Los Glacis de Bahía Blanca tenian una altura de 18 metros sobre el nivel del mar. Estaban dispuestos en forma de W, y sus paredes diáfanas. Si se colocaban unos explosivos al pie de los mismos [en los vértices inferiores y ortocentros de la W] y el enemigo se acercaba, por ejemplo, a la altura del Puente de San Severiano y Santa María, entonces se detonaban los explosivos y su fuerza expansiva saldría hacia arriba y arrasaría con todo lo que se encontrara a su alcance sobre toda la superficie en San Severiano y Santa María, dentro y en la expansión de los dos triángulos es decir que sin utilizar tirabuzones ni cañones nos cargábamos al enemigo. En 1947 solamente disponíamos de un triángulo, el que miraba en dirección de los astilleros; una pared en dirección Este y la otra en dirección Sur, resultado: Astilleros al carajo. ¿teníamos los gaditanos algún "enemigo" en los astilleros? ¿se había interesado alguien por aquellos terrenos?

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  6. Para conocer las verdaderas causas de la explosión pueden consultar esta web:

    http://milan2.es/Polvoras/Hipotesis_Nc_Inicio.html

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  7. LA CATÁSTROFE DE CÀDIZ
    Hechos ocurridos el 18 de agosto de 1947 en Cádiz.
    Recordados el día 10 de noviembre de 2009.

    Con 20 años viví lo que nosotros decimos “La Catástrofe de Cádiz”.
    Dos días después, el día 20 cumplí 21 años, lo viví todo desde el cuartel de instrucción de San Fernando. He dicho viví, pero si no hubiese sido por mi cargo, en el cual conversaba con jefes, oficiales y suboficiales que me permitió oír toda clase de comentarios, no sabría nada más que: “la culpa fue del calor”. Según se decía entonces, explosionaron 380 minas de 500 Kg. de trilita cada una y que había más de 400 a otro nivel más bajo que no explosionaron.
    Todas las minas antes de subirlas a los minadores se les quitaban los 8 detonadores.
    Puedo confirmar que hubo un pacto de silencio: En uno de los escritos que he consultado titulado “La noche en que Cádiz quiso perder la memoria” escrito por José Manuel García Bautista y Rafael Cabello es donde más parecido encuentro con los hechos que yo viví.
    Yo no sabía que nadie hubiese investigado sobre los hechos de esa noche, sólo lo sabían mi padre y mis familiares, en Barcelona la gente no sabía nada de lo que había pasado.
    Cuando me licencié muchos conocidos me preguntaban porqué llevaba dos cintas negras en mi uniforme: una era por la muerte de mi hermano y la otra por la catástrofe de Cádiz, sólo unos cuantos sabían algo de lo que había pasado.
    Lo que considero más importante es el hecho que durante aquellas fechas se estaba rodando la película Alhucemas (al estilo de Raza) utilizando tropas y oficiales de marina.
    La misma noche de la explosión se tenía que festejar el fin de la película con tropas del cuartel y tropas que debían trasladarse al día siguiente a sus cuarteles.
    La cena estaba prepara y lista para ser servida ¿adivinan dónde? Un poco antes de la hora anterior a la explosión el jefe supremo nos dijo: “¡En veinte minutos tenéis que estar todos en vuestros destino, no quiero a nadie aquí! ¡Otro día haremos la fiesta!”
    Los soldados de otros destacamentos se quejaron pues sabían que no iban a poder disfrutar de la cena en otra fecha, pero el tono del jefe fue tan perentorio y serio que nadie quiso contradecirle. Se sacaron los servicios del techo del polvorín y se retiró la cena.
    Al poco más de una hora el polvorín estallaba.
    Nunca entendí como nadie se hizo eco de lo sucedido.
    Deberían investigar porqué, en aquellas fechas, mandaban veteranos del cuartel a vigilar las playas con naranjero, y también porqué las relaciones de la marina con Madrid –me parece recordar que sólo habían tres almirantes mayores y grandes dificultades que tenía un contraalmirante para conseguir el entorchado de vicealmirante; y cambio en Madrid nombraban generales de la nada, y a lo grande.
    Los soldados que aquella noche fuimos a rescatar a los heridos nunca olvidaremos el dolor y el espanto que vivimos.

    P.D.:
    También me gustaría que se supiera lo que pasó a uno de nuestros compañeros, que murió a causa del rodaje de la película, es muy posible que a sus familiares jamás les dijeran la verdadera razón de su muerte.
    La película fue un fracaso, los protagonistas siempre estaban detrás con miedo, les costaba bajar del barco, por tal motivo se puso una plataforma debajo del agua para que bajaran sin miedo, pero la cosa no mejoró, nuestro compañero, un teniente de navío muy apreciado por todos, que era un gran deportista y al que llamábamos Tarzán, se tiró al agua para demostrar a los actores que no debían tener miedo, nadie le había dicho que habían puesto la plataforma debajo del agua y se mató. Ojalá su familia llegue a saber la verdad sobre lo sucedido.
    Me gustaría saber que datos hay sobre los hechos que yo viví mi hija me cede su correo de Internet para recoger sus contestacions.
    Gracias

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  8. Seselandia: sería muy largo de contar porqué se
    hizo aquella explosión controlada, por la Armada de Franco, naturalmente ¿quién si no? ¿Sabes que los gaditanos le dieron las gracias y homenajearon, entonces; y, ahora, a quienes pusieron las bombas? ¿ Qué puede esperarse de unos ciudadanos idiotizados que no quieren salir de esa falacia que representa el carnaval subvencionado por quienes pretenden tapar aquella monstruosidad ?

    Le vamos a facilitar un dato que igual le puede dar la dimensión de lo que pudo haber ocurrido: el vasco republicano Horacio Echevarrieta era dueño de los astilleros [fue fundador de IBERIA líneas aéreas, entre otras empresas]. A mediados de los 40's estaba en la ruina, lo único que quedaba en pie de su emporio era los astilleros. Pero esos terrenos los quería gente muy poderosa a la que Franco estaba agradecido por su ayuda en el golpe de estado. Echevarrieta no soltaba los astilleros y Franco decidió volárselos en agosto de 1947, sin más. El Estado incautó aquellos terrenos escriturando su valor en 100m de pesetas de los que el INI se apropió 94 y 6m corresponderían al empresario vasco; participación reducida a 4.420.000 ptas que, finalmente, cedería a un joven (22 años) cántabro de nombre Emilio Botín Sáez de Sautuola. Se quejan lo gaditanos de su suerte, pero no tienen cojones de echar de su tierra a esos asesinos ladrones: a la ARMADA y a sus mandos, émulos éstos de los, en antaño, denostados fanfarrones.

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  9. A propósito: si quieren comprobar las mentiras y falsos testimonios de la ARMADA, al respecto de su criminal explosión controlada de agosto 1947: lean según sugiere MILANO las peregrinas hipótesis "químicas" montadas por el patético oficial de la ARMADA [faltaría más] Miguel A. Moreno y/o e funcionario subvencionado Jose A. Aparicio Florido. Un estudiante de física podría tirar por tierra todas esa infundadas hipótesis. Llegado su momento, autorizadas firmas de la Física Aplicada pondrán a todos esos farsantes en su lugar.

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  10. María Jesús:

    Nunca es tarde para contar la verdad; la que, teniendo derecho a la información desde 1978, se nos habría venido sistemáticamente birlando a los gaditanos por los propietarios del periódico local por antonomasia: DIARIO DE CÁDIZ. Hasta la llegada de la democracia nada que objetar. Después de 1978 y de la mal llamada TRANSICIÓN; sí.

    Pero no sólo eso: por ese único medio de información, se nos ha estado vendiendo la “película” de presuntos héroes como la del indecoroso almirante Pery Junquera, uno de tantos de la ARMADA que se permitieron poner las bombas y después las medallas y muchos honores. Existen testimonios vivos de primera línea, que llevan años afirmando todo lo contrario, que Pery Junquera era un farsante. Pero a esos no les dieron entrada en sus páginas para defender sus vivencias, faltando con ello con su deber de informar. Estamos hablando de testigos presenciales.

    Versiones de aquel crimen las hay para todos los gustos, en efecto, pero la verdad es solamente una; no la que quieren imponernos advenedizos escritores como José Antonio Hidalgo o el subvencionado; aunque buen recopilador de datos, José Antonio Aparicio Florido [en su extenso libro, ha publicado lo que la ARMADA ha querido que se cuente] y, por último, el farsante químico de la ARMADA, faltaría más, un joven becario levantino Miguel Ángel López Moreno que se saca conejos de su web-chistera MILANO para tomarle el pelo a los gaditanos.

    El pueblo noble de Cádiz no puede ver tono despectivo alguno en nuestras palabras; si lo hubiera, posiblemente sientan así esas palabras la clase ilustrada gaditana: jueces y fiscales, académicos, notarios, arquitectos, ingenieros, abogados etc., a los que, extinguida la secular burguesía de Cádiz, en efecto, van dirigidas; a quienes callaron y/o callan pues, supieron que se había cometido un asesinato masivo por razones espurias. Son cómplices de las muertes de aquellos inocentes y tendrán que morir con eso a sus espaldas y, puesto que creen en dios, pues, a él se lo cuenten, porqué callaron y los olvidaron.

    La dignidad de los gaditanos está por los suelos cuando permite que una impostora y su séquito; cómplices-herederos de esos marinos de las bombas, los gobierne y permiten el sarcasmo de que nombres de farsantes y/o golpistas como Topete, Pery Junquera, Abárzuza, Varela, Carranza, Carlos Díaz etc., sean considerados benefactores de esta ciudad milenaria; colocando sus nombres en puentes, estadios, calles, cediéndoles paseos, chalets, plazas … por haberse cachondeado con el pueblo de Cádiz.

    En democracia no es necesario esperar al Carnaval para susurrar ocurrentes letras por la Libertad; en democracia, la libertad hay que ganársela TODOS LOS DÍAS a todas horas, cada segundo, poniendo a los impostores en su sitio. De lo contrario todo seguirá igual. Los de siempre ganarán.

    Por último, y como muestra de la ignorancia colectiva de la Bahía, los gaditanos se aprestan ahora orgullosamente a celebrar el bicentenario de la Constitución, la de la “Libertá” sin tener ni pajolera idea de para qué sirvió aquel bodrio.

    ¿ Saben que aquello fue, en realidad, un anticipo del "Timo de la Estampita” ?

    El día que alguien os explique o sepan en qué consistió ese engaño; muchos de los "izquierdosos" asistentes y organizadores de ese evento se sonrojarán. Les sugeriríamos se enteren de cómo era la vida en la ciudad 1810-1813 en “El Càdiz de las Cortes” de Ramón Solís. Se percataran de que los prolegómenos de aquella farsante PEPA sirvieron de inspiración a Pedro Muñoz Seca para escribir su comedia bufa “La venganza de don Mendo”.

    Ya es sintomático; y, deberían tomar buena nota, de porqué la nefasta derecha neoliberal que personifica Teófila Martínez se mantiene en un discreto segundo plano para tan grotesca efemérides. Y, es que, esa gentuza “ilustrada” a la que siempre dirigimos nuestro desprecio, sí sabe de qué estamos hablando.

    Enhorabuena por tomarse su portal en serio lo de La Explosión. Nunca es tarde.

    Salud

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  11. Lo ocurrido no fue una deflagración (combustión con velocidades del orden de metros por segundo), lo ocurrido fue una explosión (km/s). Una deflagración es simplemente una combustión rápida. Si hubiera sido una deflagración solo hubiera habido un poco de humo. Se ha puesto de moda por que parece una gran explosión, pero es justo lo contrario.

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  12. Mi padre estaba destinado en Cadiz cuando ocurrio la catastrofe era Flecha Naval, nos hablaba de las minas en la Bahia de cadiz.

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