Algunos autores clásicos indican que el primitivo solar gaditano estaba formada por varias islas, difíciles de localizar en el ámbito urbano actual debido a los importantes cambios topográficos acaecidos desde entonces en el entorno a la Bahía.
Bajo el agua en las inmediaciones de
Antes de que los fenicios establecieran su primera colonia en España, en la isla de San Sebastián había ya un fuego permanente que guiaba el regreso de los intrépidos navegantes.
La conservación de este fuego en lo alto del islote tenía carácter sagrado, y por ello fue conceptuado como culto a Venus Marina por los primeros exploradores griegos que realizaron los viajes legendarios de los heraclidas.
En realidad se trataba de un faro con advocación religiosa a cierta divinidad celeste simbolizada en la estrella matutina como protectora de los navegantes indígenas, por cierto aún no conocían la mitología de
El Castillo de San Sebastián se asienta sobre extremo de otra isla mayor, conocida como Kotinoussa, de forma estrecha y alargada, en ella el templo Kronos-Saturno, en cuyo lado opuesto se encontraba el templo de Heracles-Melkart-Hércules en el entorno de la actual isla de Santi-Petri.
Heraclion de la isla de Cádiz en su extremo oriental, en el rocoso promontorio (hoy Santi Petri) había un templo antiquísimo que más tarde, al progresar la colonización fenicia, fue transformado en templo a Melkart,
Según los griegos este santuario se había fundado en tiempos de las guerras de Troya, hacia el siglo XII a.C., pero indudablemente era un templo indígena, asimilado a las interpretaciones griegas y fenicias, este templo estaba vetado a las mujeres.
Los fondos marinos del entorno de la playa de
Fechable en el siglo VII a.C. fue localizado bajo sus aguas, el Thymiaterion, un quemador de perfumes hecho de barro cocido y con tres lados, en cada esquina aparece una figura de rasgo egipcios y que recuerdan la postura del sarcófago fenicio masculino.
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