domingo, 2 de enero de 2011

Pequeño homenaje a una madre

En los últimos días del año, se fue apagando sin poder hacer nada, ella que tanto hizo por toda su familia. Ya han pasado veintidós años.

Había vivido en una aldea de la sierra de Cádiz, llegando a la capital buscando un futuro mejor, allí nacería seis de sus siete hijos.

Trabajó duro para poder llevar a su familia para adelante, en una época bastante precaria que le toco vivir, ¡pero nunca tiro la toalla!

A pesar de todo lo arduo vivido, nunca perdió su buen humor, era el alma de la fiesta. viviendo en una pequeña habitación en una casa de vecino, cuando llegaba la fiesta de nochebuena y fin de año, ella reunía a su familia para cenar, bailaba, cantaba y hasta se disfrazaba con lo primero que tenia a mano.

Le quiero dedicar este pequeño homenaje a una madre, mi madre. Mama no pasa un solo día que no me acuerde de ti, eres la luz de todos nosotros, nunca se apagó esa luz que tú desprendía,¡ era tan fuerte!, ¡es tan fuerte que aun brilla! en casa te ciento ¡es que nunca te has ido!

Mama un beso ¡Te Quiero!

1 comentario:

  1. Ese 31 de diciembre fue muy triste por lo que supuso la pérdida de la abuela, mi abuela y los sucesivos aún lo fueron más si cabe por el recuerdo que teníamos de la celebración del final de año en su casa. Fue una abuela ejemplar y, por lo vivido como niño y nieto, una madre mejor para sus ocho hijos e hijas. Abuela, aunque haya pasado varios años desde que nos dijiste hasta luego en esta vida, cada día que pasa te tenemos presente en nuestro corazón y en nuestra mente, porque son muchísimos los momentos vividos y compartidos contigo abuela Francisca. Te quiero.

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