La ciudad de Cádiz ocupa hoy el extremo más occidental de
Cádiz fue famosa en la antigüedad, y siguió siendo
Cádiz se sumió durante muchos siglos en el anonimato y aparece sólo de manera intermitente. Adquirió renombre y se convirtió en escenario de algunos hechos importante a partir de los siglos XII y XIII, con los almorávides y almohade. Aunque no consta documentalmente, no parece inverosímil que Cádiz contase con cierta población y alguna defensa fortificada cuando Abul-Hasan Alí b. Isa b. Maymún uno de los varios jefes de la escuadra almorávide, se sublevó en ella contra sus señores en 1146.
Con Alfonso X, que tuvo importantes proyectos para Cádiz como puerto de partida del fecho del mar o empresa africanista, proyectada por su padre, la villa se reforzó con una cerca y fue dotada de un castillo o fortaleza, que se construiría aprovechando elementos musulmanes más antiguos.
A pesar del fracaso de los proyectos alfonsinos, Cádiz necesitó siempre mantener a punto sus defensas para reforzar su condición de isla contra los invasores por la mar: piratas y enemigos políticos la codiciaron incansablemente y llegaron a saquearla e incendiarla arrebatándole sus riquezas en diferente ocasiones.
El Cádiz Medieval no llego a tener la importancia urbanística ni los recursos materiales de Jerez o Medina Sidonia, pero su población originaria se desbordó fuera de las murallas de
La cerca de murallas, el castillo de la villa y algunas torres de vigía o almenaras que partiendo desde
Después que Alfonso X incorporó la villa musulmana de Cádiz,
Este es el núcleo primitivo de Cádiz, ubicación posiblemente de aquella Neápolis que fundó Lucio Cornelio Balbo, el menor. A uno y a otro lado, el barrio de Santa María, más antiguo, y el de Santiago, aumentaron el perímetro habitado, pero dejando una amplia zona a continuación de éste, ocupado por jaras y viñas.
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