viernes, 6 de noviembre de 2009

Los adoradores del Sol

espigon de Santa Maria del Mar al fondo el castillo de San Sebastian

Para don Pelayo Quintero, cádiz fue originariamente poblada por uan tribu asiática que llegó del mar costeando África; no conició al hombre prehistórico, sino que, desde el primer momento de su história, habitó su islote gente ya civilizada, en posesión de una religión y de un arte; monoteísta en princio, tal religión pasó luego a una variada odolatría, procedente de una gran confunción de razas aunque siempre con una primacía de culto al Dios Sol y una avanzada preponderancia, famosa en el mundo de su tiempo, de la mitología astronómica.


Cádiz, la ciudad del Sol, se dijo hace muchísimo tiempo, que los primeros moradores de la antigua Gades eran heliólatras es decir, que adoraban al Sol, según ha podido deducirse de los grabados en algunas monedas antiguas.


Cádiz, nuestra ciudad de ahora, y el Sol, se aúnan hipostáticamente. Es cosa ya entendida desde edades bien remotas, que el fulgurante astro del día, en África abrasa, en Sevilla quema y en Cádiz adormece, acaricia, deslumbra, pero no ciega, diríamos que es leve en verano, cálido en invierno, más siempre radiante, llegando hasta nuestra piel, bajo el dulce o blanco arrullo de la brisa de nuestra bahía.


Strabon afirma que el Sol se oculta en Cádiz con más grandeza que en ningún otro horizonte y cierra la noche reseguida.


Selio Itálico cuenta que baila el Sol sobre los mares de Gades en fantástica apariencia perspectiva.


Suare de Salazar, en su obra, expone, que los aborígenes gaditanos adoraban al Sol y al Dios Apolo, y que en los eclipses formaban conciertos de música para no entristecerse en la penumbra, para eso lleva en su mano una lira el hijo de Júpiter y de Latona.


Y es lo seguro que este sabeísmo, que este culto rendido al Sol, al Febo de los poetas, se conserva en nuestra ciudad de tal forma y manera, que según consta capitulares, a la hoy calle Armengual, se le hubo titular Sol, como ahora figura con dicho nombre la siempre calle Soledad (entre el barrio del Mentidero y falla), por una imagen de la virgen de esta advocación que hubo en la fachada de cierta casa de la misma calle.


Un Sol decoraba el escudo legitimo de cádiz, tras del mitológico Hércules Lybico, y un observatorio Astronomico se levantó hace cerca de tres siglos en la Gades, para alcanzar estudios de la luz que por entonces se eclipsara, años más tarde.


2 comentarios:

  1. hola soy de jaen ,pero vivo en montilla cordoba,y estoy casada con un pedazooorrr de gaditano ,con un arte que no se pue aguantar,aparte de eso, me encanta volver a mi tierra donde e comprobado que es la que te vas para ir de paso, pero OJO ,para VOLVER y hablo con causa de razon, bueno que si que cadi es una de las provincias mas bonitas por muchas cosas , pero sobre todo por mi pedazo de GADITANO.

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  2. Hola a todos: a mí me pareze que vozotroz zoiz ezpañolez :)
    Me gustó EN REALIDAD la forma poética de abordar la belleza de la ciudad que amó mi compatriota "el mágico Gonzalez", tan solo incomoda un poco el mal sabor a genocidio que deja el recordar la adoración al sol...

    No encontré el cuadro de marcar suscripción a comentarios...sean bienllegados a mi insípido rincón si es que llegan a escuchar música...

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