viernes, 5 de abril de 2013

El gaditano D. José María Narváez, primer europeo en alcanzar la costa de Vancouver.

D. José María Narváez


José María Narváez, nació en Cádiz en 1768 y murió en Guadalajara, México el 4 de agosto de 1840. Fue un oficial naval, explorador y navegante español que es conocido sobre todo por su trabajo en el noroeste del Pacífico.

Ingreso en la Academia Naval Real de Guardiamarinas en 1782. En ese año ya estaba en el mar y participando en un combate naval. En 1784, Narváez fue a la Nueva España y su primer destino fue La Habana. Durante tres años sirvió a bordo de buque de suministro, trabajando en los puertos de Veracruz, Nueva Orleans, Matanzas, Campeche, Roatán y Trujillo. En noviembre de 1787, fue ascendido a segundo piloto habilitado y reasignado a San Blas, en ese momento la principal base naval española en la costa oeste de actual México. Llegó a principios de 1788 y al mes navegó hacia el norte, como piloto de Gonzalo López de Haro (antes de 1788-1823) en el San Carlos. 

 Hijo de la ciudad de Cádiz, D. José María Narváez se honra en la ciudad del autor: (John Crosse), Vancouver, como el primer europeo que alcanzó su costa. Esto es incluso más destacable porque esa ciudad, siendo británica, lleva el nombre del segundo hombre que alcanzó sus costas. Los británicos, tratan de olvidar que fueron los españoles los primeros que estuvieron allí.

Don José María Narváez sólo contaba veintiséis años cuando mandó la expedición compuesta de 35 hombres a reconocer el Gran Canal de Nuestra Señora del Rosario la Marina, lugar que la expedición de Eliza de 1791 había vislumbrado a principio de ese año. Hoy en día esa ensenada de agua, es el hogar de más de dos millones de canadienses, así como de muchos ciudadanos de los Estados Unidos. Es uno de los lugares más agradables para vivir de Norte América, incluso hace doscientos años, cuando Narváez lo vio por primera vez, era uno de los lugares más poblados del continente. La vida era sencilla, había suficiente comida, y el clima suave. Hoy en día se conoce como el Estrecho de Georgia en honor del rey inglés, pero en las cartas marítimas españolas se le conocía como El Gran Canal de Nuestra Señora del Rosario.

En la pequeña goleta de nueve metro, la Santa Saturnina, con una lancha de 12 remos, navegó Narváez durante tres semanas en este desconocido mar sin cartografiar. Al contrario de la mar abierta, donde solamente tienes que contener a los vientos y las olas, en esta estrecha y restringida ensenada siempre existe el peligro de naufragio. Narváez lo llamó aquel inmenso y peligroso mar. Hoy en día, con las más modernas cartas de navegación, es todavía bastante peligroso. Narváez lo navego sin nada. Es imposible comprender cuán difícil debió de ser esta hazaña.

Existía la posibilidad de que el mapa que él y sus compañeros pilotos levantaron al año siguiente bajo la dirección de Alcalá Galiano y de Valdés, fuera el mítico Paso del Noroeste. Por esa razón Malaspina envió dos de sus mejores oficiales para comprobar lo que este humilde piloto de Cádiz había visto.

Narváez ya contaba con una buena reputación en la costa occidental. El había ido con la expedición de Martínez de 1788 a Alaska, y al año siguiente participo en la captura de las embarcaciones británicas causantes del Incidente de Nutka, que casi acabó en una guerra entre Gran Bretaña y España. Más tarde mandó el apresado Northwest America siendo el primer barco español en penetrar el Estrecho de Juan de Fuca.

También había participado en los reconocimientos al norte de Puerto de la Santa Cruz de Nutkay, que resultó en la demarcación de Nutka como una isla. Fue también responsable de muchos de los reconocimientos en la costa occidental de la isla de Vancouver, (hace poco se recibió una delegación de una de las tribus nativas, Nuu-Chah-Nulth, que deseaban una copia de uno de los mapas de Narváez para negociar con el gobierno canadiense de Ottawa, su propiedad territorial).

Quizá sirva como muestra del logro de Narváez si vemos el mapa que el Capitán George Vancouver preparó, en cuya ejecución tardo cuatro años, y que todos conocen en esta parte del mundo. La mayoría no se da cuenta que, en letras pequeña, en una esquina, él escribió The parts nor shaded are taken from Spanish Authorities (La parte borrosa, la he copiado de las cartas españolas). La mayoría de las personas en la Columbia Británica no saben que durante seis años ondeó la bandera española en estas costas, seis años antes que la británica, y que fueron los españoles y no los británicos los primeros hombres blancos que alcanzaron estas costas.

Narváez era un piloto del Departamento Naval de San Blas, en el Virreinato de Nueva España, casándose con una Maldonado de Tépic, el destacamento situado en las colinas a treinta kilómetro de San Blas. Cuando Napoleón Bonaparte usurpó el trono español y el imperio español cayó, Narváez permaneció en la costa occidental, y se convirtió en un oficial naval de la República de México. Como Bodega y Quadra antes que él, fue nombrado comandante de San Blas. Vivió una larga vida y tuvo muchos hijos y muchos descendiente, uno de ellos fue Juan López Portillo, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos hace décadas.

Sus grandes logro interesó mucho a Malaspina.  

Información sacada de la biblioteca gaditana José Celestino Mutis, (Cádiz) del libro: MALASPINA Y BUSTAMANTE´94 (autor John Crosse)  y de WIKIPEDIA.

      

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