domingo, 14 de agosto de 2011

Orígenes de la Sanidad Naval en Cádiz

Hospital Real – Escuela de Cirugía

Cuando aún no se había formado el imperio español de Carlos V, a la otra orilla derecha del río Guadalete en Puerto de Santa María, junto a la ermita de Santa Lucía surgió en 1512 un hospitalillo marinero.


A mediados del siglo XVII, cuando el invernadero porteño pierde su pujanza militar y cuando se hace el trapazo de galeras y dependencias navales a Cartagena, no por eso la bahía gaditana pierde importancia en lo tocante a la sanidad naval. Cádiz que en 1630 era ya plaza fuerte, recoge en parte la asistencia hospitalaria que de la otra ribera de su bahía se escapaba.


En marzo de 1634, por mandato del Rey al duque de Medina Sidonia, capitán general del Océano: “he resuelto se dé un hospital para cura de enfermos” en el centro de Cádiz. Con anterioridad los enfermos navales se atendían en el Hospital de la Misericordia de la plaza de Corredera (San Juan de Dios), que al parecer data de principio del siglo XVI.


Tampoco existen referencias concreta de un hospital que asistía a los apestados perteneciente a Marina sito a espalda de la pequeña ermita de San Antonio a principio del siglo XVI, en campo de la Jara (actual plaza de San Antonio) y que estaba regentado por la hermandad de este Santo. De este hospital solo se ha podido determinar que existía en 1651, bajo la advocación de San Antonio. Es posible sea el mismo del que se anunció su necesidad al duque de Medina Sidonia, debido a estar situado en el centro de la ciudad. Al derribarse la ermita emplazada en lo que hoy es patio de la parroquia de dicho nombre, se construyó el actual templo.


También se alojaban enfermos en los almacenes de la casa de la munición, junto a la Puerta del Mar.


Estos orígenes de las asistencias navales sanitarias a Cádiz y población próximas. Analizaron cómo se fundó en la ciudad el primer establecimiento de esta clase. El gran historiador fray Jerónimo de la Concepción, en su obra “El Emporio del Orbe”, decía sobre este particular: “A la parte del poniente y no lejos del castillo de Santa Catalina, en el sitio llamado del Campo Santo, que por los años 1648 sirvió de cementerio a más de doce mil personas, que murieron por aquel contagio de la peste, que fatigó a Cádiz. En este sitio determinó la cofradía del Santo Ángel, se erigió dicha ermita de madera el año de 1653”, después la reconstruiría de piedra.


El cabildo no solo aceptó la propuesta sino que regaló dichos suelos, que eran propios de la ciudad, aportó mil ducados de vellón y con las aportaciones que hicieron los Veedor Generales de la Armada (cuya casa dio nombre a la actual “calle del Veedor”) y los cuatro mil que envió la Corona, se construyó el Hospital del Rey.


La ciudad cedió los dos mil ducados y el terreno para erigir, contiguo a la misma, un hospital para atender a la curación de los soldados de la Armada. La primera piedra se colocó en 1667. La ermita quedó incorporada al hospital. El Hospital Real se construyó inicialmente con sólo su primer patio, porque comenzó de inmediato a recibir enfermos, desde entonces permanentemente tuvo que ir creciendo y remodelándose. Las salas altas fueron levantada en 1680, en 1749 se construye, anexo a él, el edificio del Real Colegio de Cirugía, y poco después, en 1751, se inicia el segundo patio del hospital.


Consta de dos plantas. Durante varios años de la mitad del siglo XIX, la alta estuvo destinada a personal civil.


En 1668, queda instalado el Hospital Real, que ha legado a la historia médica un manantial de enseñanzas, desde la instauración de la Casa de Borbón y gobierno de Patiño, hasta la guerra contra el invasor francés.

Se terminó de construir mediante la propuesta al Ayuntamiento. Posteriormente en 1697, se mandó dar al Hospital Real, para Campo Santo, un lugar de cien varas de cuadro, dejando entre éste y el mismo hospital, un callejón de quince varas. En 1701 por petición del administrador, se concedió franquicia de derechos de aduana para los efectos del consumo.


Este centro sanitario engendró en su recinto el famoso Colegio de Cirugía, primer instituto de enseñanza quirúrgica en España, que alumbró otras en Barcelona, Madrid y otras capitales.


Al Hospital del Rey concurrían todos enfermos de la guarnición de la plaza y sus inmediaciones, y los de la Armada.


Los estatutos del Colegio de Cirugía fueron decretados por Fernando VI en San Lorenzo el Real, en 1748. El Hospital Real fue una clínica que hoy llamaríamos Universitaria. Los maestros y cirujanos impartían clases semanales para profesores y alumnos.


En los primeros cursos abundaban bachilleres y doctotes. En resumen, era una institución extrauniversitaria modelo de facultades universitaria. Era uno de los primeros centros en que se cursaban fusionados y obligatorios los estudios de medicina y cirugía. Poseía una biblioteca en la que abundaban obras clásicas, que se hallaba abierta al público.


Era materia para ingreso, Latín, Filosofía y Lógica. Tuvo época en que sus plantillas estaban cubiertas

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Pedro Virgili fue cirujano mayor del cuerpo de Sanidad de la Armada, abandonaría el cargo en 1758, por haber sido nombrado Cirujano de cámara del Rey Fernando VI. Continuando en el cargo durante el reinado de Carlos III.

Por R.O. en octubre de 1817, no llevándose efecto hasta el 1823, el Hospital del Rey pasó al Ejército, por ser grande el gravamen que producía a Marina.

Así como el Hospital del Rey, fueron surgiendo otros centros hospitalarios: en el castillo de Santa Catalina, hospital de los Mártires, de la Bomba, de San José del Puntal y el de la Aguada, estos dos últimos con miras ya al Departamento de la Isla de León. Así pues, la sanidad naval se va desglosando de Cádiz, donde había estado demasiado tiempo vinculada a los recursos del Hospital Real.


Las últimas vicisitudes del Hospital Real, al excesivo número de enfermo, en marzo de 1777 se solicitaron ampliar la enfermería, se habilitan almacenes para acoger a un buen número de ellos. En abril se autoriza a recoger enfermos del hospital en el almacén del Hospicio (plata baja y alta) el 19 del mismo mes habilitan igualmente para dicho fin, con carácter temporal, los salones de bolas y trucos de la calle Santa Rosalía. Como el número de enfermo aumenta, el 8 de mayo siguiente, son acondicionadas las cuadras del Hospicio de la Caridad y la parte que como cuartel, alojaba al batallón de Toledo en el castillo de Santa Catalina. Mas tarde, en 1778, vuelve a ser habitada de hospital esta parte de dicho castillo.


A fines del siglo XVI contaba Cádiz con varios hospitales que acogían soldados y marineros enfermos. En noviembre de 1790, se inaugura el provisional de San José en el Puntal, instalado en unos almacenes. En septiembre de 1793, se pide local para la escuadra del general don Francisco Borja y Borja con urgencia para heridos y enfermos. Se le aloja en la Segunda Aguada.


En cuanto al Real Colegio de Cirugía de la Armada, por R.O. en octubre de 1821, se separa del colegio, que pasó a ser Escuela de Ciencias Médicas de Cádiz. En 1844 recibió el título de Facultad de Ciencia Médicas.


Al amparo del Real Colegio nacieron publicaciones como la conocida “Revista Médica”.


El pórtico de entrada del Real Colegio de Cirugía de la Armada, que se hallaba situado en el patio de entrada del Hospital Militar, se conserva en la actual Facultad de Medicina de Cádiz. Debido a la reorganización de los servicios de la asistencia sanitaria castrense, el Hospital Militar de Cádiz dejó de funcionar como tal el 20 de diciembre de 1983.


En la actualidad el edificio sirve de sede a diversas instituciones científicas de ámbito autonómico. De la obra original se conserva la portada, patios y pozo.


Antiguo Hospital de Marina

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