lunes, 18 de abril de 2011

Yacimiento Arqueológico Casa del Obispo - Periodo III

PERÍODO III – ROMANO REPUBLICANO (S.II aC) – INICIOS DEL ALTO IMPERIO (2ª ½ del s. I dC). Santuario Salutífero y Fuente.



El período romano en esta zona representa una intensa actividad arquitectónica y urbanística. Desde época republicana se hacen construcciones relacionadas con el uso del agua, concretamente diversas cisternas que debieron formar parte de un mismo conjunto arquitectónico (Santuario Salutífero) pero que se fueron creando en un amplio lapso de tiempo (Período III, Fase I: s. II aC-inicios del s. I dC). Posteriormente en esta misma zona se construyó una fuente asociada a un patio porticado (Período III, Fase II), y ya a lo largo del período IV un basto complejo arquitectónico que aglutinaba el Asklepeion de Gades y un templo.

Fase I (s. II aC – Inicios del s. I dC):

Desde el s. II aC en la fachada oeste (Sala 6), ó área que hasta entonces se utilizaba para realizar los ritos asociados al monumento funerario fenicio-púnico (s. VI-III aC), se crearon una serie de cisternas pertenecientes a un edificio que los excavadores han considerado destinado a rituales relacionados con el agua, el definido como Santuario Salutífero. Este edificio se mantiene hasta su destrucción en la segunda mitad del s. I dC con motivo de la construcción de un gran complejo arquitectónico, el Asklepeion de Gades.

De este Santuario Salutífero sólo se han conservado las construcciones ejecutadas por debajo del nivel del suelo, es decir; cimentaciones, una plataforma de elevación, 6 cisternas, una pequeña pileta escalonada y una fuente. Todos estos elementos aportan cronologías dispares, algunos del s. II aC y otros del s. I dC, lo cual no solo denota una larga vida del Santuario Salutífero, sino también una intensa actividad constructiva del mismo, con algunos períodos de construcción y otros de reformas.

Las cisternas más antiguas son del s. II aC y pueden verse en distintos puntos del yacimiento: En la Sala I se conservan 2 cisternas (C5 y C6) construidas con grandes sillares de roca ostionera; En la Sala 7 se conserva una cisterna tipo a bagnarola (C1) con cubierta a dos aguas y 4 m de profundidad; En la Sala 8 se conservan otras cisternas republicanas del s. II aC (C3 y C4).

La cisterna más reciente (C2) corresponde al s. I aC y la tenemos bien conservada en la Sala 6.

Del análisis de este conjunto se deduce que existen tres tipos diferentes de cisternas:

I) El tipo más común son las cisternas de tendencia rectangular y cubierta plana, como bien ejemplifican las cisternas C3, C4, C5 y C6, todas ellas datadas en el s. II aC y ubicadas en las Salas 1 y 8.

Estas cisternas están parcialmente excavadas en la roca y recrecidas con pequeños muretes fabricados con piedra ostionera trabada con arcilla. Para su revestimiento interno se empleó mortero hidráulico de cal y arena, mientras que la cubierta era plana y realizada con grandes losas de piedra ostionera colocadas directamente sobre la cisterna. El punto de captación se ha conservado bien en una esquinas de las cisternas C4 y C6, y la capacidad volumétrica de las mismas oscila entre 12 m3 y 10 m3.



Lámina 16 - (Izquierda). Reconstrucción 3D de las cisternas C5 y C6 (Gener, J.M)





Lámina 17 - (inferior). Cisternas C3 y C4 (Gener, J.M)





II) Otra forma documentada es la alargada con un pozo acodado para la captación y extracción del agua. Es el caso de la cisterna C2 de la Sala 6, datada en el s. I aC y construida con el mismo material que las anteriores. Es probable que tuviese una cubierta plana, y su capacidad es de al menos 19,87 m3.




Láminas 18 y 19 - Foto y reconstrucción de la cisterna C2 del s. I aC. (Gener, J.M)



III) Quizás la más singular es la cisterna C1 de la Sala 7, datada en el s. II aC. Es una cisterna tipo a bagnarola, cuya definición hace referencia a su forma geminada a modo de bañera.

Fue excavada parcialmente en la roca y construida con muros de piedra ostionera y arcilla. Internamente está dividida en dos depósitos comunicados por un pequeño vano con arco triangular o “en mitra”. Cada uno de estos depósitos tiene su propio pozo de captación y extracción, uno cuadrangular y otro circular. El interior está recubierto con mortero de cal y arena y tiene una capacidad de 51,14 m3. La cubierta es de grandes sillares de piedra ostionera colocados “a dos aguas”.




Lámina 20 – Cubierta de grandes sillares a dos aguas. (Madroñal, José)





Lámina 21 – Interior de la cisterna C1 y pequeño vano que comunica sus dos depósitos. (Gener, J.M)





Lámina 22 - Reconstrucción 3D de la cisterna C1 (Gener, J.M)





Lámina 23 – Planta del período III, Fase I (s. II aC-inicios s. I dC).(Gener, JM




Posteriormente, en la primera mitad del siglo I d.C, se realizaron varias reformas y arreglos en la pavimentación y se construyeron nuevos elementos arquitectónicos, que han valido a los arqueólogos para establecer una segunda fase en este Período III.

Fase II (1ª ½ s. I dC):







Lámina 24 - Planta del Período III, Fase II (1ª ½ s. I dC) (Gener, J.M)





Dentro de la fase de remodelación y monumentalización de este espacio (1ª ½ s. I dC) destaca la construcción de una fuente, visible en la Sala 3. De ella sólo se ha conservado el nivel de cimentación y todos sus componentes, aunque mal conservados, como el sistema de suministro y desagüe (2 canalizaciones); parte de la pileta; el elemento que vertía el agua con forma de copa y realizada en piedra ostionera enfoscada; y algunos elementos decorativos como fragmentos de una pila empotrada y restos de pintura al fresco azul egipcio.






Lámina 25 – Reconstrucción de la fuente y del sistema de suministro y desagüe (Gener, JM).





Lámina 26 – (Inferior) Restos de la Fuente (Gener, J.M)




Como puede apreciarse el nivel de conservación de los restos hace difícil saber como se articulaba todo este conjunto. La distribución de las construcciones y los elementos decorativos aparecidos han permitido a sus excavadores realizar una hipótesis coherente de la funcionalidad de dicho espacio. Se ha considerado que todas las cisternas y la fuente estarían distribuidas bajo el suelo de un gran patio porticado (peristilo) del que se han localizado numerosos fragmentos de molduras de estuco de la cornisa que lo decorarían (más de 20 m lineales), y una gran cantidad de trozos de pared pintada al fresco con motivos vegetales y arquitectónicos. Los suelos estaban decorados con mosaicos de opus signinum con dibujos geométricos realizados con teselas de mármol. Igualmente, todo este conjunto arquitectónico se ha interpretado como una ampliación realizada sobre las primitivas edificaciones de culto funerario fenicio-púnicas, realizadas entre los siglos VI-III aC.



Lámina 27 – Fragmentos de estucos (Gener, J.M)







Lámina 28 – Planta general del período III (s.II-1ª ½ s. I dC).







Lámina 29 – Reconstrucción de Período III (s. II aC – 1ª ½ s.I dC) (Gener, JM)





TRABAJO REALIZADO POR: Antonio Manuel Leal Madroñal

1 comentario:

  1. Mi en hora buena por este trabajo, bien elaborado y documentado, les felicito

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