sábado, 5 de junio de 2010

Fray Gerónimo de la Concepción, un gaditano enamorado de su ciudad

En la década del siglo XVII, Fray Gerónimo de la Concepción escribe un a animosa historia de Cádiz, militar de la Orden Carmelita de la primitiva observancia, el título de su obra es muy largo, pomposo, conforme al gusto de la época.


La Historia gusta mucho a la ciudad, a quien la dedica el autor.

Fray Jerónimo es gaditano de origen, y no es de extrañar su extraordinario amor a la Ciudad. Hala Ciudad. Pero Fray Gerónimo se había impuesto un lema “labor improbus omnia vincit”, que al cabo de los seis años le llevo al éxito. sido muy duro su trabajo para llevar a feliz término su Historia, empresa en que fracasaron otros enamorado de


Es muy culto. Conoce al detalle la Biblia y la Mitología y por el mar de la historia navega en la nave de los clásicos familiares: Homero, Cicerón, Herodoto, Tito Livio, Strabón, Fray Jerónimo escribe en buena prosa sencilla, fluida, derrochando amenidad. Recalca cuanto supone honra para la ciudad, acudiendo a las citas más diversas.


Es muy apasionado de Cádiz, la que ¡nada menos!, tiene por Oriente a Asia…

Esta pasión hace que en Cádiz sitúe los Campos Elíseos, el viejo paraíso de los antiguos, y que busque hasta la ascendencia de Cristo en gaditanos aborígenes.


Por su condición de religioso se para en discriminar los conceptos de fundador y pobladores, señalando como el primero a Tharsis, bisnieto de Noé, y como los segundos a Hércules con sus adeptos, hasta que en tiempos de la avenida de Santiago el Mayor, con la destrucción, a fuerza de oraciones, del templo faro de las peregrinaciones paganas, se esfumó la hegemonía heráclea.


Quizás el sobremonbre de Isla de León esté en la más estricta concordancia con los leones que jalonaban la Vía de Hércules, en recordación de la lucha victoriosa del héroe contra los de la selva de Nemea.


También por la citada circunstancia de profesor en religión, en su relato histórico dedica muchas páginas a los santos mártires, a los obispos de Cádiz desde el Rey Sabio, a las peripecias de la silla episcopal, a la Catedral y sus tesoros.


Y se engolosina con la narración de los estragos de 1596, “Cádiz, segunda Troya, reducida a la voracidad de un incendio”, pues nace poco después de dicha fecha, tan grabada en la memoria de los gaditanos con tintes sombríos. También se detiene, más de la cuenta, sobre las consecuencias de un furioso huracán en 1671. Y sobre el cruel azote del contagio, de la peste que varias veces asolaron a la ciudad.


El libro de Fray Gerónimo de la Concepción “Emporio de la Orbe, Cádiz Ilustrada, investigación de sus antiguas grandezas, discurrida en concurso del general imperio de España”. Se dice que conmueve su manera de narrar los acontecimientos, el amor a la tierra, la extraordinaria sencillez de que hace gala.


No hay comentarios:

Publicar un comentario