jueves, 1 de octubre de 2009

Cai de mil formas



Nombres que ha tenido Cádiz, según sus épocas vivida y bajo la dominación de sus varios pobladores, lo que casi nuestros días se denominó “Tacita de Plata”, anteriormente se llamó Tartesso, Gades, Gadir, Gadiruta, Cotinussa, Erythrea, Afrodisia, Napolis, Julia Augusta Gaditana, Promontorio Hércules, Columnas de Hércules, Término de la Tierra, Ciudad del Sol, Extremo del Mundo, Colonia Romana, Junonia, Tharsis, Djercira, Cádiz y en nuestros día, Costa de la Luz y muchos piropos más.


Al arrecife- o carretera real- lo llamaron Vía Heraclea, por Hércules o camino de la Plata, después, por la mucha que por tal camino se llevaba a Roma, así como Camino Santo, porque llegaba hasta el templo de Hércules.


Los peregrinos que iban a dicho templo, en romería, consagraban a Hércules unos leonados de piedra, aludiendo al triunfo de ese día sobre el león de Nemea, cuya piel vistió luego, siendo lo más frecuentes peregrinos los navegantes.


Era costumbre entre los paganos besar las manos a los ídolos al tiempo mismo de adorarles, como asimismo mojar los dedos de la mano para purificarse, llamando a esa agua “Lustral” o purificadora. Cicerón, hablando del culto rendido a las estatuas o ídolos gentilicias, dice que había en el templo de Gades un Hércules que tenía gastada la barba y mejillas a fuerza de tocarlas y besarlas.



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