Todavía se conservan algunos trozos de los muros y las tres puertas de la Villa Vieja de Cádiz y su reconstitución es fácil. Los límites de la población eran los siguientes: calle de San Juan de Dios, Campo del Sur, Catedral Nueva, Pelota y Plaza de Pío XII.
Su figura podría compararse aproximadamente a un rectángulo con tres lienzos reforzados con torres rectangulares flanqueando cada puerta y repartidas convenientemente por los lugares más necesarios. Los muros y torres estaban coronados de almenas. La parte correspondiente al Campo del Sur estaba defendida por el acantilado azotado por las olas.
Los historiadores gaditanos califican estas murallas de antiguas y fuertes y las describen como de mampostería, coronadas de almenas y torres a trechos.
Su altura no era constante ni tampoco su espesor, como puede aún apreciarse en los lienzos que restan; de los cubos, amén de las puertas muy disimuladas ya, se conserva uno con su almenar en el Ayuntamiento. Sus almenas son del tipo corriente en Andalucía (alcázar de Sevilla, castillo de Tarifa, etc) y su gran altura, uno 16 metros sobre la calle, demuestra que por esta parte, el N.E, existiría algún mayor macizo y fortaleza en la castrametación originaria, alrededor y por dentro tendría la muralla el consabido camino de ronda que la aislaría de las edificaciones del recinto.
Las tres puertas de la cerca de la villa se conservan todavía; se las denominan arcos por haber quedado como pasadizo abovedados de acceso a los arrabales de Santa María y Santiago, y a la plaza de Corredera (hoy San Juan de Dios). El único postigo o arquillo abierto en la muralla que se conserva es el del Obispo, junto de las casas episcopales y de paso ala catedral nueva.
Estas puertas conservaron sus rastrillos hasta el siglo XVII; en la del Pópulo se aprecian los boquetes para los goznes.
El arco del Pópulo se llamó primitivamente puerta de la Mar y puerta principal de la Villa. Las aguas de la bahía llegaban muy cerca de ella, estando la plaza casi ocupada por un estanque o mandarache, que existía aún en el siglo XVI; este primitivo muelle y puerto comercial se fue cegando con el tiempo y quedó como una especie de astillero para barcos y navíos de pequeño porte.
La puerta del Mar estaba defendida por un revellín y flanqueada por dos grandes cubos almenados. Sobre el arco de entrada se colocó en 1587 una imagen de Nuestra Señora del Pópulo, que dio nombre más tarde a la puerta.
El arco de los Blanco se llamó primitivamente puerta de Tierra por quedar frente a la goleta o istmo, y más tarde de Santa María, cuando se construyó el arrabal de su nombre. La puerta está flanqueada por dos torres, de las que la del Sur pertenecía al castillo, y la otra correspondía a la cerca. Sobre este arco existía una imagen de alabastro de Nuestra Señora de los remedios, escultura italiana posiblemente del siglo XVI.
Este arco se amplió por la familia Blanco se labró a sus expensas una capilla similar a la del Pópulo, que se terminó en 1635. Hoy se encuentra sin cubierta y con los muros casi derribados. Al practicarse su desmantelamiento aparecieron dos arcos ojivales que forman una especie de porche de cantería adosado al interior de la muralla y junto a la puerta, que provocaron la paralización de la obra por entenderse como los restos medievales más notables que se han conservado.
El arco de la Rosa, llamado también puerta de Santiago por dar al arrabal de su nombre, carece de cañón y su espesor corresponde al de la muralla. Es la más alta de las tres. Conserva aún los canes de piedra del matacán que defendía su entrada, y que ha sido restaurado recientemente. Esta puerta es la más pintoresca de las tres, porque en este paraje la cerca cambiaba de dirección hacia el Oeste para tomar de nuevo la del Suroeste hasta el acantilado del mar.
El perímetro de la muralla sigue por el interior de las casas que hay junto a la catedral nueva hasta llegar al pasillo del Obispo.
Sobre el arco de la Rosa no se colocó advocación religiosa sino sobre el muro derecho de la entrada, sirviendo de cobijo un arco ciego a una pintura de Nuestra Señora de la Rosa, que promovió unos largos autos en el siglo XVIII por los muchos devotos que tenía.
La transformación del hospital de San Juan de Dios en un geriátrico saca a la luz resto que permiten reescribir cómo era la ciudad durante la dominación musulmana.
El hallazgo se considera uno de los más importantes en la capital, se han sacado a la luz restos únicos de la ciudad medieval, hasta el punto que permitirá reescribir cómo era Cádiz en la Edad Media, teniendo una historia mucho más rica de lo que se creía hasta ahora en la época de la dominación musulmana.
Hay dos piezas, espectaculares, que sobresalen de todo lo que hasta ahora se ha podido encontrar, en unas excavaciones que, aunque amplias, se han visto limitadas por el propio proyecto del centro social allí previsto.
Se han localizados dos de los torreones de la antigua fortificación medieval. Y junto a éstos, 80 metros del lienzo de la muralla, de 12 metros de altura, la estructura y desarrollo del edificio se convierte, en un libro abierto del propio crecimiento de la ciudad.
El hospital ,desde sus orígenes hace varios siglos, fue ampliándose, comiéndose a la propia muralla y creciendo sobre los cimientos de las primitivas construcciones medievales, que a su vez, aprovecharon construcciones de la época Romana e incluso en algunas zonas se han localizados estratos fenicios.
Se va a dar un giro bastante importante a la historia medieval, se descubre con todo esto que la zona fortificada de Cádiz era de la misma amplitud que en otras ciudades, y no fuese apenas una aldea en la época musulmana.
El lienzo de uno de los torreones de la muralla medieval, sus piedras tienen cerca 900 años. La altura supera los 15m. y el grosos roza los dos metros y medios en el torreón mejor conservado que da pared con pared con la sede del Ayuntamiento de Cádiz. El tramo incluido en el consistorio se eliminó en la remodelación que sufrió este edificio en el siglo XIX, aunque se mantengan el lienzo cubierto por mamposterías.
A partir de este torreón se han recuperado unos 80m.lineales de la muralla, en sentido hacia el Arco de los Blanco. Hay tramos que se elevan hasta unos doce metros de altura, donde se puede observar, aunque con cierta dificultar, las almenas.
También se ha localizado una segunda torre aunque en peor estado de conservación. La ubicación de ésta servirá para definir con exactitud el trazado de la muralla y ha sacado a la luz una segunda línea amurallada más cercana a la calle San Juan de Dios de la que apenas queda la base y que no se descarta, que fuese un trazado original finalmente desechado por la poca consistencia del suelo.
En la inmediación de los lienzos localizados se ha profundizado hasta tres metros y medios e incluso hasta la zona rocosa, localizando los niveles de la dominación romana y fenicia.
También se han encontrado arcos adosados de la antigua Carnicería Mayor con restos de animales.
Es muy interesante la información publicada.
ResponderEliminarTe felicito por la información proporcionada; no tenía ni idea de tal descubrimiento.
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