martes, 24 de noviembre de 2009

Puerta del Muro

Puerta del Muro, en el año 1564 (Grabado existente en el Servicio Histórico Militar)


La Puerta de Tierra es el monumento más genuino y representativo de Cádiz, a través de los siglos fue y sigue siendo aún el único camino terrestre para la entrada y salida de la ciudad, y comprender la excepcional importancia de la misma.


Por ello, desde que la población comenzó a ser rodeada de murallas para su seguridad y defensa. A partir de el primitivo muro del siglos XV, tras continuas modificaciones y ampliaciones se construye un semibaluarte con varias líneas de murallas y glacis, hoy desaparecidas.


En el camino de tierra, que primitivamente ocupó la Puerta del Muro y a la que sustituyó posteriormente la Puerta de Tierra, ha sido a través de los años un centinela firme y seguro para la tranquilidad de la población que habitaba dentro del recinto amurallado.


El hecho de haber sido Cádiz una Plaza Fuerte de extraordinaria importancia significación en la vida de la población.


Su valor histórico, monumental y artístico y el hecho de ser quizás el ejemplar más interesante y representativo del sistema militar defensivo español de los siglos XVII y XVIII, y su brillante historia está íntimamente unida a la ciudad de la que es pórtico.


Para que estuviera siempre defendido de cualquier peligro se le labró un lienzo de muralla de mampostería, que para entonces era fuerte, cerrado con él toda la entrada de la ciudad, y lo que allí es isla, con una puerta casi en medio de la muralla, que de ella tomaba el nombre llamándose Puerta del Muro, resulta difícil el poder fijar la fecha de construcción, pero lo que si se sabe, es que era de tan malas condiciones que se franqueaba con facilidad.


La defensa de Cádiz, quedaba reducida en aquella época a este Muro de Tierra y a un pequeño torreón que en Puerto Chico, comenzó a levantar en 1530, por ello a mediado del siglo XVI la ciudad se veía constantemente amenazada del peligro de los ataques de piratas y corsarios.


Después del saqueo de los ingleses en 1596, se trazaron y comenzaron a levantarse las murallas, en 1598 se abrió una nueva Puerta en la muralla del Frente de Tierra, que vino a sustituir a la antigua Puerta del Muro.


El año 1671, esta fortificación, que a partir de entonces se la conoce con el nombre de la Puerta de Tierra, que antes se denominó Puerta del Muro, constituía una de las cuatro entradas principales con que entonces contaba la ciudad, era la más grandiosa y la única comunicación terrestre con el resto de la península, formaba propiamente una fortaleza.


En torno a ella, ha existido en muy diversas época y durante un dilatado periodo de tiempo, muy diversas construcciones, los baluartes de Santa Elena y San Roque fueron construidos en el siglo XVIII, y estaba unidos por un lienzo de muralla con la puerta de la ciudad y el pesado torreón defensivo que hay sobre ella.


En la década de los cuarenta del siglo XX fue horadado por dos amplios arcos que permitían la comunicación viráis con la tercera zona de expansión de la ciudad, con el mismo fin se derribó parte del baluarte de San Roque.


Tras su última restauración la bella silueta de la Puerta de Tierra se ofrece maravillosa y espléndida, cargada de historia y de laureles, como corresponde a esta heroica ciudad, de la que por espacio de cerca de cinco siglos, ella fue a través de tierra firme el único pórtico, portillo, portal, entrada y acceso a la ciudad.


Puertas de Tierra (2009)

sábado, 14 de noviembre de 2009

El Faro Romano de Gades

Gades

Existió en Cádiz una famosa torre o faro, de posible origen romano, destruido en el siglo XII por un jefe almohade.


Según la tradición musulmana la estatua que la remataba indicaba el inicio del tenebroso mar, Océano.


Sobre dicha Almenara hay varia versiones.


Abu-Hamid la describió así:


“Tiene una altura

aproximada de cien codos,

quizás más; es cuadrada en su

base y redonda en su parte

superior, absolutamente

maciza, sin puertas.

En su punta hay la imagen de un

individuo… extrañamente

envuelto en una ropa de oro…

el brazo (derecho) y la mano

extendida señalando en

Dirección a Occidente (Al-Magrib).

Tiene la izquierda hacia el Mar Negro,

como apretando una llave,

En este mar hay siempre olas

como montes y ninguna

Embarcación puede entrar en

él por su muchos peligros.

Díos sabe más…


Al-Himyarí afirmaba que

Originalmente tuvo dos llaves

En las que estaba el destino de

Al-Andaluz. La perdida de la

Primera, hecho que ocurrió en

el siglo XI, traería grandes

revueltas y con la destrucción

de la segunda llegaría su

ruina total.


En los textos de al-Zuhri, en la traducción al castellano dicen, en esta ciudad estaba el curioso faro “almenara” parecido al de Alejandría, tenia cien codo de altura era cuadrada, edificado con una especie de piedra pómez áspera, de sólida carpintería, y estaba embovedado con columna de cobre rojo, encima había un segundo cuadro como un tercio del primero, y sobre este una pirámide truncada de cuatro caras y sobre ella un mármol blanco y cuadrado y sobre este mármol una figura humana de más extraordinario acabado.


Su rostro miraba hacia NO. y tenía el brazo extendido hacia el N. los dedos cerrados y con el dedo índice señalaba hacia la boca del Golfo que sale del Gran Mar, llamado el Estrecho, el que se alzo entre Tánger y Tarifa, como si mostrara los caminos, la mano derecha le salía por debajo del vestido la tenía cerrada, y con un bastón, como señalando hacia el mar (no llaves como dicen otros).


Para el autor se trata claramente de un faro, es decir una torre con aprovechamiento específico, ninguna especie de templo.


Torre, pues como también parece admitir el mismo García y Bellido, para quien se trataría de edificación romana y no fenicia, [este monumento al que llaman “Faro”, “Torre” y hasta “Templo” era sin duda obra romana, se trata de un monumento probablemente conmemorativo, levantado después del primer cuarto del siglo II de la era, en tres cuerpos cuadrangular escalonados”].


Tal condiciones primordial de señal marinera está bien precisa y refrendado en un párrafo inmediato del mismo geógrafo, que dice así: “con este faro, los musulmanes tenían una señal para entrar en el Gran Mar y salir de él, la figura seria una estatua romana de tipo imperial.


En el solar del antiguo Teatro Andalucía en 1995, fue encontrado la Factoría de Salazones, en el se hallaba un dibujo del faro romano de Gades en carboncillo sobre mortero de 103,5 x 82cm del siglo I-II d.C.


Representa gráfica de un edificio turriforme con doce cuerpos escalonados que disminuyen su tamaño a medida que ascienden.


En el primero y más inferior de ellos aparece una puerta abovedada, con arco de medio punto.


En cinco de los niveles se representa escalinatas, en la parte superior, cuatro líneas curvas que se abren hacia fuera indican haces de luz.

A los pies del edificio puede identificarse una pequeña embarcación.

Faro romano

viernes, 6 de noviembre de 2009

Los adoradores del Sol

espigon de Santa Maria del Mar al fondo el castillo de San Sebastian

Para don Pelayo Quintero, cádiz fue originariamente poblada por uan tribu asiática que llegó del mar costeando África; no conició al hombre prehistórico, sino que, desde el primer momento de su história, habitó su islote gente ya civilizada, en posesión de una religión y de un arte; monoteísta en princio, tal religión pasó luego a una variada odolatría, procedente de una gran confunción de razas aunque siempre con una primacía de culto al Dios Sol y una avanzada preponderancia, famosa en el mundo de su tiempo, de la mitología astronómica.


Cádiz, la ciudad del Sol, se dijo hace muchísimo tiempo, que los primeros moradores de la antigua Gades eran heliólatras es decir, que adoraban al Sol, según ha podido deducirse de los grabados en algunas monedas antiguas.


Cádiz, nuestra ciudad de ahora, y el Sol, se aúnan hipostáticamente. Es cosa ya entendida desde edades bien remotas, que el fulgurante astro del día, en África abrasa, en Sevilla quema y en Cádiz adormece, acaricia, deslumbra, pero no ciega, diríamos que es leve en verano, cálido en invierno, más siempre radiante, llegando hasta nuestra piel, bajo el dulce o blanco arrullo de la brisa de nuestra bahía.


Strabon afirma que el Sol se oculta en Cádiz con más grandeza que en ningún otro horizonte y cierra la noche reseguida.


Selio Itálico cuenta que baila el Sol sobre los mares de Gades en fantástica apariencia perspectiva.


Suare de Salazar, en su obra, expone, que los aborígenes gaditanos adoraban al Sol y al Dios Apolo, y que en los eclipses formaban conciertos de música para no entristecerse en la penumbra, para eso lleva en su mano una lira el hijo de Júpiter y de Latona.


Y es lo seguro que este sabeísmo, que este culto rendido al Sol, al Febo de los poetas, se conserva en nuestra ciudad de tal forma y manera, que según consta capitulares, a la hoy calle Armengual, se le hubo titular Sol, como ahora figura con dicho nombre la siempre calle Soledad (entre el barrio del Mentidero y falla), por una imagen de la virgen de esta advocación que hubo en la fachada de cierta casa de la misma calle.


Un Sol decoraba el escudo legitimo de cádiz, tras del mitológico Hércules Lybico, y un observatorio Astronomico se levantó hace cerca de tres siglos en la Gades, para alcanzar estudios de la luz que por entonces se eclipsara, años más tarde.