Parece ser que el nombre de “gades” viene del hebreo “Gedar”, por lo que se pudiera sostener que el nombre de “Gades” es hebreo y no feno o fenicio, aunque ambas lenguas sean casi la misma.
Los hijos de Jafet, hijo primogénito de Noé, después del diluvio, llevaron su población hasta el Poniente, llegando hasta esta Isla y que pudieron fundar, debiendo justamente su sobrenombre de “Afrodisia” o “Espumosa” por los rizados oleajes de su mar.
En Cádiz, en su tiempo de grandeza, podía verse y hallarse cuanto en toda España
-Hispania, antiguamente- y en todo el mundo hubiera, por lo que Strabón la llamó “Emporio”. Por la riqueza que había entonces en Andalucía y sobre todo en Cádiz, decían que el díos Plutón habitaba en este lugar de la tierra y del que dijeron los antiguos que era la otra parte del cielo, y que estaba muy apartada de los mortales, es decir, que la creían fuera del mundo.
Cádiz fue otra Roma en su grandeza y la ciudad fidelísima y amicísima del pueblo romano, llegando a tanto el buen nombre que por aquellos días tenía Cádiz, que el emperador Cómodo puso toda su gloria en que le llamaran Hércules, y para parecerlo siquiera por el vestido, se paseaba por Roma no con más gala que de una piel de león sobre la púrpura telas y en la mano una nudosa maza, haciendo batir una moneda donde le viesen como a otro Hércules, con esta inscripción “HERCVLI ROMANO AVG", con cuyo título también se honraba cuando acudía al Senado.
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